Page 326 - José de la Riva Aguero - Vol-2
P. 326
Volumen 2
Documentos varios
los derechos del Estado, y mui desairada la circulacion interior de signo
tan importante: proporcionaba al Gobierno por todo consuelo una lenta
emision de cobre, que, siendo de inferior calidad, gravaba la Hacienda con
el gasto de un doce por ciento en plata blanca.
La administracion de Aduana, uno de los canales mas oportunos al
ingreso del tesoro público, presentaba un carácter no menos desagradable:
sitiada por un ejército de poderosos y relacionados contrabandistas, habia
cambiado de frente, volviendose pupíla de aquellos mismos, que en razon
de las introducciones legales con que debian colmar sus arcas, las aco-
metian autorizados de un enjambre de decretos de abono que tenian del
Gobierno por los frutos ó efectos que á buen precio le habian ministrado.
Estaba asimismo embestida para no producir algo del saldo de cien mil
pesos, emprestito garantido por el Congreso constituyente cuyo plazo era
cumplido, y sus accionistas, bien fuese con verdadera necesidad, ó porque
desconfiaban del orizonte político del pais, no dejaban escapar un peso de
él para las cajas jenerales antes de ser abonados.
La Cámara de comercio, como que bebe de las aguas de la Aduana
y tenia iguales trabas, alejaba la idea de prestar algun socorro. La direc-
cion de tabacos, en otro tiempo tan fecunda, no alcanzaba á cubrir con sus
productos los gastos de oficinas y empleados: eran de peor semblante las
demas tesorerias: el papel moneda no solo tenia enervado el crédito del
Gobierno, sino que ofrecia en su continuacion sérios disgustos y dificulta-
des de trascedencia al órden interior: los funcionarios públicos, á quienes
en tres meses no se les habia cedido algun auxilio, estaban en la cruel al-
ternativa de renunciar el servicio en solicitud de médios con que minorar
las privaciones de sus familias, ó postrar su moral al que los excitase con
cargo de facilitarle recursos á la impostergable necesidad de subsistir: el
despacho del Ministerio, embarazado con un promontorio de solicitudes
y espedientes atrasados que de ningun modo le correspondian, tenia al
público en alarma é inquietud.
Estos elementos, Señores representantes, son los que me ví forzado,
si puedo decirlo asi, á recibir, no ya para mantener como seis mil hombres
que guardaban la capital, sino catorce á diez y seis mil veteranos que ha-
bian arreglado el Gobierno y que obrarian contra el enemigo antes de dos
meses: un número poco menor de jentes que se sostienen de los fondos de
la República, y la amortizacion ejecutiva de parte de la deuda moderna y
325