Page 321 - José de la Riva Aguero - Vol-2
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
Vida y obra de José de la Riva Agüero
Representantes (pues la intriga me ha excluido del Senado), estaré decididamen-
te porque inmediatamente se acceda á una demanda tan obviamente racional y
justa.
Entre tanto deseo á V. las mayores felicidades en lo que tan fundada-
mente apetece, y que mande en cuanto guste á su afectisimo paisano, amigo y
servidor Q. B. S. M. — J. M. Pando.
4º
En seguida de esas cartas escritas por el Presidente y dos de los ministros,
pongo la comunicacion del Ministro de gobierno al Soberano Congreso cuando
éste le pasó su resolucion, alzandome la proscripcion y permitiendome regresar al
Perú, para que se hagan mas notables las contradicciones de este documento que es
ciertamente un monumento de oprobio para la administracion que lo ha dictado.
Casa de gobierno en Lima á 14 de Diciembre de 1829.— Señor — En
nota 3 del corriente me comunican los Señores Secretarios del Congreso, que
se le ha alzado la proscripcion á D. José de la Riva-Agüero, y permitiendosele
regresar al pais para que pueda contestar á los cargos que se le formen.
Indiferente sería al Ejecutivo, que D. José de la Riva-Agüero tornase á
su patria, si despues que fué proscripto por los escandalosos y públicos aten-
tados que cometió en el Perú no hubiese desenvuelto posteriormente nuevos
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1. El contenido de la nota de 14 de Diciembre del año anterior, pasada al Congreso por el Poder Ejecutivo, es idéntico al pasaje de
aquel bárbaro capitan que traficaba en robar negros en la costa de Guinea, y se quejaba amargamente de que esos infelices eran tan
perversos, que preferian echarse vivos al mar y ahogarse, antes que consentir en que los esclavizasen y sufrir los crueles castigos que
les esperaban en América. ¿No es esto anáIogo á la acusacion que me hace el Poder Ejecutivo, por no haber consentido yo en que
el Perú cayese en la esclavitud de Bolivar? Luego si el Poder Ejecutivo ha querido ó quiere todavía lejitimar ese acto de traicion de
Fuente en 1823, y que el Perú vuelva á desaparecer de la lista de las naciones, no es estraño nada de lo que hace contra mí, y contra las
libertades públicas. Y si no es asi, ¿porqué, y bajo que principios se atreve á calumniarme y á censurar mi patriótica administracion,
que debiera servirle de modelo? ¿Y porqué echarse sobre sí la nota de impostor, atribuyendome escritos, planes &c. que no tienen otro
oríjen que en sus conciencias atemorizadas con la sombra de sus crímenes? — Yo me reservo pedir lo conveniente en el juicio que
debe formarse, omitiendo por ahora la publicacion de las cartas que tengo de las personas á quienes por temor de morir y puestas en
capilla en Trujillo, les hizo La Fuente firmar esas que aparecen como acusaciones. Habria sido hacer á ese criminal mucho honor, si
yo me hubiese ocupado en entrar en contestaciones con él y sus asquerosos folletos. Con repugnancia me he visto obligado á indicar
su detestable nombre en mi Exposicion y Memoria, asi como ahora, pues me basta que la Nacion Peruana lo conozca, y que sepa que
sin la alevosía, la ingratitud y la perfidia con que se ha colocado en el mando supremo del Perú, Fuente habria ya pagado sus delitos en
un cadalso. = Pues que el Poder Ejecutivo conoce que cometí faltas en mi administracion y me obliga á manifestarlas, voi á referirlas.
Lo que hai de singular es, que quiera el mismo Poder Ejecutivo que yo las publique. Dos faltas gravísimas cometí efectivamente en
el tiempo de mi administracion: no haber conocido al jeneral Gamarra y Fuente, y haberlos elevado á un rango en la milicia que los
puso en aptitud de causar despues males tan considerables á la patria: al jeneral Gamarra á mas del grado de jeneral de brigada con
una antiguedad de tres años, me parece que le concedí la medalla del ejército libertador á cuya gracia no habia sido considerado.
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