Page 325 - José de la Riva Aguero - Vol-2
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
Vida y obra de José de la Riva Agüero
pueda justamente formarse idea sobre una materia de que deberá arrancar
en su esencial modificacion la mas ó menos felicidad de la República, per-
mítaseme hacer una breve esposicion del órden en que hallé las entradas
del tesoro, lo que ellas han producido en el tiempo que las administré, y
ultimamente lo que pudiera convenir para alejar vicios de la administra-
cion que distraen sus rentas de un modo tocante y lastimoso.
Tres distintas ocasiones, Señores, fuí llamado por el Sr. Presidente
de la República en el mes de Marzo, para que me hiciera cargo del Ministe-
rio de Hacienda que dirijía á la vez con el de Gobierno el Sr. Dr. D. Francis-
co Valdivieso, y no le era posible desempeñar con el suceso que requerian
imperiosamente las circunstancias; otras tantas demostré al Sr. Presidente
mi insuficiencia al destino, como que en un tiempo de marcha regular era
mui superior á mis fuerzas, tanto mas en el momento de crisis política
en que nos hallabamos, pudiendo decirse estaba pendiente la suerte del
Estado del impulso que la Hacienda diese á las operaciones militares que
en grande se disponian con rapidez. Aseguré, por último, al Sr. Presidente
de la República estaba dispuesto á incluirme con un fusil en las filas de los
vencedores de la libertad del Perú, con preferencia á eludir con mis traba-
jos la esperanza fundada con que podria cualquiera otro ciudadano llenar
las urjencias del Estado. Nada fué suficiente á libertarme de la mas ruda
prueba á que me ha espuesto mi amor á la independencia. Instado por el
Gobierno y arrebatado de la casa que habitaba, fui obligado por algunos
ciudadanos distinguidos á ceder y ocupar el Ministerio: colocado en este
tan dificil como peligroso puesto quise levantar el velo á las oficinas que
debian apoyar las providencias gubernativas, y contribuir al alivio de las
necesidades públicas: su aspecto cubrió de sombras mi espíritu y hube de
desertar.
La casa de moneda mantenia algunos restos de la plata de iglesias
que no podia acuñar por faltarle piña para su aliacion y respectiva lei:
sin fondos el banco, ni crédito para adquirir aquella en razon de haberse
sustraido de la tesoreria para las cajas jenerales la porcion correspondien-
te á particulares que habian rendido en la fe de recibir su importe de los
resultados del cuño, huian de esta fábrica como de la casa de un tramposo
y fallido: veia á mas un puente invulnerable, que desde el cerro de Pasco y
minerales de Trujillo, salvaba á las cámaras de los buques estranjeros todas
las pastas que producian, dejando por este medio antipatriotico burlados
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