Page 593 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
P. 593
ampliación como dijo el señor Ferrero de la evaluar con mucho más serenidad la pertinencia
pena de muerte, ésta sea solamente momentá- o no de la pena de muerte.
nea, porque la corriente en el mundo va en con-
tra de ella. Según he leído, en la última década Por lo mismo, este solo recuerdo debiera llevar-
un país por año está aboliendo la pena de muer- nos con calma a enjuiciar si es conveniente o no,
te. Es decir, el mundo está buscando ser más si es útil o no la pena de muerte. Los argumentos
humanista, está buscando el desarrollo a través que se han utilizado a favor son de lo más varia-
de la paz; y no creo que encontremos ese desa- dos. Recuerdo, por ejemplo, que el señor Ferrero,
rrollo a través de la paz anteponiendo la pena de con una gran indignación, que en él adquiere unos
muerte a la reflexión y a la madurez con la que tonos de dramatismo excepcionales, habló de la
deberíamos actuar. soberanía del país para no ceder a ese chantaje
que viene de fuera, que trata de colocar al país en
Señor Presidente, voy a votar en contra de la pena una necesidad de no aprobar la pena de muerte
de muerte. para seguir recibiendo la ayuda externa.
Muchas gracias. Me parece que ése es un juicio a medias, porque
mientras somos soberanos en rechazar las indi-
El señor PRESIDENTE. Tiene la palabra el caciones para que el país no adhiera a la pena de
señor García Mundaca. muerte si queremos seguir siendo merecedores
de la ayuda externa, por otro lado sí somos abso-
El señor GARCÍA MUNDACA (MIA). Se- lutamente pasivos y admitimos, sin ninguna ca-
ñor Presidente: Si había necesidad de un ejem- pacidad de respuesta, todas las indicaciones cuan-
plo para demostrar lo injusto de los cinco minu- do se trata de política económica.
tos para expresar posiciones, es éste, precisamen-
te: que se limite la expresión de las razones por Luego, pues, los argumentos a favor, contunden-
las cuales los congresistas que van a decidir si en tes por un lado, tienen siempre su respuesta, lo
adelante se ha de matar legalmente a los perua- que revela que la decisión es personal. Como se
nos, cualquiera que sea su acto, a sólo cinco mi- ha dicho, es de conciencia; pero tiene que ver con
nutos, para hablar o para escuchar. lo que le conviene al país, al margen de la situa-
ción que se vive.
Ésta es una decisión sumamente grave como para
que se pueda pasar por alto una vez más esta hor- Se ha dicho en la mañana, con mucha razón, que
ca que significan los cinco minutos para los que los logros evidentes, y que todos saludamos, en
no tienen ninguna posibilidad de ampliarlos, sal- la lucha contra la subversión indicarían que se
vo la generosidad de la Presidencia, como ha ocu- han alcanzado sin necesidad de la pena de muer-
rrido esta mañana, o el favor del Pleno, cuando te. En consecuencia, no es ésta la medida desti-
usted pone esa ampliación a consideración. nada a conseguir la erradicación de la subver-
sión o la derrota del terrorismo.
Esto revela que aquí hay dos clases de represen-
tantes: los que no tienen posibilidad de acceder a Por otro lado, tampoco puede recogerse la pena
minutos adicionales y los que sí la tienen. Y pa- de muerte en nuestra legislación, y más aún
reciera que esta mayoría se favorece a sí misma, institucionalizarla, porque ése es el camino en la
porque la norma de los cinco minutos sólo per- Constitución.
mite que la expresión cuantitativamente amplia
se refiera a la mayoría, y mientras más repre- Debemos examinar el conjunto de personas y la
sentantes, mucho más tiempo para hablar. institución que la va a aplicar. ¿Tenemos confian-
za en nuestro Poder Judicial? ¿Es un Poder Ju-
En la mañana hemos asistido a un debate inte- dicial idóneo? ¿Son hombres valerosos? ¿Son
resante en el que se ha esgrimido una serie de hombres prudentes? ¿Son hombres, en general,
razones a favor y en contra de la pena de muer- con juicio como para aplicar la pena de muerte
te. No es éste el ambiente que vive el Perú, cuan- en aquellas situaciones que así lo exijan? ¿No
do empezó la sangrienta carrera de la subver- actuarán, como han actuado durante mucho tiem-
sión; no es, sin lugar a dudas, el año 1980. Tam- po, por presiones, por miedo, de modo que se
poco es el ambiente que hubo durante los años equivoquen y que después de la equivocación no
en que el terrorismo empieza a coger un dina- venga sino el lamento?
mismo sangriento, que puso a todo el país, como
lo hemos vivido nosotros, personal y colectiva- No tenemos, lamentablemente, ni vamos a te-
mente, al borde de la desesperación. Pero tam- ner, creo, un Poder Judicial lo suficientemente
poco hoy estamos viviendo ese mismo ambiente, fuerte, idóneo, responsable, que garantice el efi-
esa misma situación psicológica, como para no ciente uso de la pena de muerte.
1471