Page 417 - Debate Constitucional 1993 - Tomo II
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Un alcalde, por ejemplo, para protestar se sacó  En primer lugar, hay que preguntarse lo siguien-
                  el zapato y se lo puso en la cabeza. Otro grupo de  te: ¿por qué un porcentaje para la justicia y no
                  alcaldes de cierta filiación política se retiró del  para la salud?; ¿acaso no sería justo que dijéra-
                  congreso aduciendo haber sido ofendido. Son  mos tres por ciento para los que se mueren en
                  hechos que un poco demuestran lo que ha signi-  los hospitales, para los sidosos, para los cancero-
                  ficado ese congreso en el que hemos visto las prác-  sos, para los niños hambrientos?; ¿por qué decir
                  ticas politiqueras que nos hicieron recordar otras  sólo que Justicia tiene el dos o el tres por ciento?
                  épocas del típico manipuleo político.       Y si ustedes me dijeran: "tiene usted razón, pon-
                                                              gamos un porcentaje para Salud", entonces yo
                  Muchas gracias.                             preguntaría: ¿y por qué no para dar de comer al
                                                              hambriento y un porcentaje para alimentación?
                  El señor PRESIDENTE.— Puede continuar,      Y si me dijeran que sí, yo preguntaría: ¿y por qué
                  señor Ferrero Costa.                        no un porcentaje para los municipios, como al-
                                                              guna vez lo hizo Colombia? Entonces alguien di-
                  El señor FERRERO COSTA (NM-C90).— En        ría: ¿y por qué no un porcentaje para las fronte-
                  realidad, Presidente, si se sigue concediendo in-  ras, que son el corazón que protege el rededor de
                  terrupciones, terminaremos desviándonos del  la patria?
                  debate. El doctor Fernández Arce y la Comisión
                  de Constitución han traído acá un texto para ser  ¿Acaso hay alguna razón para poner a la justicia
                  discutido, pero algunos miembros de la oposición  por encima de la salud, por encima del alimento,
                  quieren desviarnos del tema, cuando nosotros te-  por encima de la defensa nacional? ¿O es que exis-
                  nemos el deseo de que este asunto pueda concre-  te un privilegio que se le quiere conceder porque
                  tarse.                                      no hemos sido capaces todos de poner la volun-
                                                              tad política, que es el fondo del problema? Argu-
                  Yo sólo quería decir una cosa más. Cualquier con-  mento número uno.
                  gresista puede faltar pasado mañana cuando ven-
                  ga el señor Presidente de la República; pero no-  Número dos. ¿Qué tanto alboroto con este dos por
                  sotros no vamos a permitir que se quiera enga-  ciento? ¿Acaso las necesidades no varían? ¿Quién
                  ñar al país diciendo que los que estén presentes  puede asegurar que siempre los costos de la justi-
                                                              cia será un porcentaje fijo de nuestras necesida-
                  acá serán quienes manifiesten una adhesión per-
                  sonal al señor Alberto Fujimori. No, señor Presi-  des? ¿Y qué pasa si algún día nos despertamos con
                  dente, él viene en calidad de Presidente de los pe-  la sorpresa —no muy lejana— de un préstamo ex-
                                                              tranjero a treinta años con diez de gracia y sin in-
                  ruanos, elegido por los peruanos. En consecuen-  tereses para administrar justicia en el Perú y ayu-
                  cia, aquel que no quiera venir, que no venga. Él  dar a financiarla? ¿Qué hacemos entonces con un
                  viene personificando a la nación en esta Consti-  dos por ciento de carácter forzado? ¿Quién puede
                  tución que ellos también juraron defender y que  decir que la administración de justicia será siem-
                  está vigente; y en tal condición —al margen de  pre de la misma intensidad de necesidades por
                  discrepancias—, elegido por el pueblo, viene a  siempre y por los siglos y por los años de los años?
                  cumplir un deber y será recibido como corres-  Si las cosas varían, ¿por qué ponerle una cantidad
                  ponde por los representantes del pueblo.    rígida en porcentaje? Argumento número dos.

                  Ahora, entrando al tema, yo debo discrepar —con  El tercero es un argumento que viene de la reali-
                  toda cortesía— en un solo punto con mi gran ami-  dad. Hemos tenido porcentajes en Educación;
                  go César Fernández Arce, colega y maestro. Debo  ¿mejoró, colegas, la educación? Hemos tenido
                  discrepar amigablemente respecto de ese famo-  porcentajes en Justicia; ¿mejoró, colegas, la jus-
                  so punto que se quiere convertir en un caballito  ticia? No y no, señor Presidente. En consecuen-
                  de batalla —no por el doctor, sino por otras per-  cia, no son los porcentajes los que hacen que las
                  sonas— para intentar negar el propósito que tie-  cosas mejoren.
                  ne este Gobierno de dar independencia al Poder
                  Judicial. Y me refiero al famoso asunto del por-  Entonces, viene el cuarto argumento. Quiero
                  centaje obligatorio del Presupuesto.        decir que lo que hace que las cosas mejoren es la
                                                              voluntad política, la decisión de los gobernantes
                  Ya es hora de que quede muy claro que quienes  —Congreso y Ejecutivo—, mas no el señalamien-
                  están en desacuerdo con un porcentaje estricto y  to rígido de un esquema que nosotros mismos
                  rígido para el Poder Judicial lo hacen por razo-  somos los primeros —como políticos— en deso-
                  nes de orden que merecen todo el respaldo de la  bedecer.
                  opinión pública, porque aceptar un porcentaje fijo
                  tiene los inconvenientes que voy a mencionar.  En última instancia, por eso, el juicio sobre la ad-




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