Page 896 - Debate Constitucional 1993 - Tomo I
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El transporte fluvial es lento, caro, difícil. Ade- Si unos padres tienen un hijo minusválido, le
más, se hunden los barcos; y cuando se hunden darán alguna posibilidad de ayuda. La distancia
se llevan a doscientas personas al fondo sin nos ha vuelto relativamente minusválidos fren-
chance de salvarse. te a las opciones de desarrollo del resto del Perú.
Por eso necesitamos legislaciones diferenciadas.
La educación y la cultura, señor, ya ni cuentan. Esto no es un capricho, no es un snob. No signi-
¿Qué era la educación y la cultura? En mi pue- fica una amenaza de que, si no nos dan las cosas,
blo, cuando terminaban tercero de primaria, los nos resentirnos y nos volvemos federalistas o, de
niños tenían que irse a otra parte o sino, ahí se repente, un Estado nacional independiente. No:
quedaba toda su instrucción. Yo tuve que ir a es sólo una cuestión de justicia.
Iquitos a seguir el cuarto año y posteriormente,
por una dolencia, llegué a Lima para estudiar el Permítame una interrupción para mi paisano,
quinto de primaria; historia que a nadie le inte- señor Presidente.
resa como mi persona, pero que sí puede intere-
sar como un ejemplo de lo que antes ocurría. El señor PRESIDENTE. Puede hacer uso
de la palabra el señor Donayre Lozano para una
Con los regímenes especiales las cosas empeza- interrumpción.
ron a cambiar: los aviones empezaron a llegar,
habían más medios de comunicación, deslizadores El señor DONAYRE LOZANO (CD). Presi-
que iban mucho más rápido e, incluso, helicópte- dente: La exposición de Celso Sotomarino no sólo
ros para salvar vidas de personas que se encon- es el lenguaje de un auténtico peruano nacido en
traban en peligro, por ejemplo, por una apendi- la Amazonía; su intervención no sólo refleja el
citis. espíritu profundo de un loretano que siente a la
Patria en el alma, sino que sus palabras entrañan
Mis paisanos, que no eran médicos, en mi pue- un reclamo de justicia para Loreto, un reclamo
blo, sabían bien qué era un cólico apendicular, y fundamental para que el pueblo loretano y todos
todo lo que decían era "pobrecito, pues, ya le lle- los pueblos de la Amazonía entiendan por fin que
gó la hora"; así, sin ninguna posibilidad de reac- el Perú los mira.
cionar hacia nada. Aquí muchos de mis paisanos
amazónicos son gente de pueblos, de ciudades Por eso, cuando escucho las emocionadas pala-
grandes, pero yo nací en un pueblito que no te- bras de un auténtico loretano, yo me siento con-
nía ni dos mil habitantes. Sigue siendo igual, tan movido y digo: ¿Es posible que este Parlamento
pequeñito como antes. Se ha quedado lejos del pueda negarle regímenes especiales a la Amazo-
río. El río da vida. Las etnias están junto al río. nía? ¿Es posible que seamos insensibles a la tra-
Selva adentro, tácitamente, es un mundo desco- gedia de aquellos hombres que hacen Patria en
nocido, no hay nada. Allá hay que ir para sacar la Amazonía? No creo, señor. No podría creer ni
petróleo, por ejemplo. Todo eso es una realidad imaginar, porque no seríamos justos con un pue-
diferente, difícil y onerosa. blo que, viviendo lo que vive, le otorga al Perú el
setenta y cinco por ciento del petróleo que gasta
La Amazonía es tan inmensa que, si se retira del el Perú.
mapa del Perú, el país quedaría pequeñito y per-
dido en el mapa sudamericano. Nosotros somos Por eso, espero que, en un acto de conciencia, los
la forma del Perú, porque, en última instancia, la representantes de la Nación no le nieguen regí-
Amazonía es el divortium aquarum de la Cordi- menes especiales a la Amazonía.
llera de los Andes, toda el agua se va para el otro
lado. Pero le llamamos así una vez que empieza a ¡Cuán emocionado, Celso, estoy con tus palabras!
haber vegetación y selva. Por eso nos llaman Y comparto plenamente ese sentimiento de fe,
amazónicos o selváticos, y nosotros aceptamos los de hermandad y de grandeza que siente un
calificativos de esta naturaleza. Pero se necesita loretano.
hablar de una legislación diferenciada.
Mil gracias, Presidente.
Por aquí me mencionan aquello de "del agua su
duro" para mencionar el hielo, como era el len- El señor PRESIDENTE. Puede continuar,
guaje nuestro. ¿Sabe por qué? Porque a nadie se señor Sotomarino Chávez.
le ocurría: no existía la concepción de que el agua
pudiera congelarse; esto era algo absolutamente El señor SOTOMARINO CHÁVEZ (PPC).
desconocido. Y cuando la gente vio que era algo Gracias, Jorge Luis.
que se derretía, que era fría y que era dura, lo
llamaron "del agua su duro" en este lenguaje en Quiero mencionar algo antes de concederle una
genitivo que usamos siempre en la Amazonía. interrupción al doctor Díaz Palacios.
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