Page 800 - Debate Constitucional 1993 - Tomo I
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A un gobernante acusado de autoritarismo, o sea,  minado porque me salió un párrafo muy bueno,
                  de todo lo contrario, acusado de excederse en su  que, inclusive, algunos de mis colegas han teni-
                  autoridad, le decimos, "usted quiere un Estado  do la bondad de aplaudir, bondad que no merez-
                  débil". No, señor Presidente, no creo que el se-  co.
                  ñor Presidente de la República quiera un Estado
                  débil, pues sería contradictorio consigo mismo.  Señor Presidente, yo puedo retirar el ejemplo de
                  Todos queremos un Estado fuerte, vigoroso. Quie-  China, como se retira una ficha mala, ¿no es cier-
                  ro un Poder Ejecutivo fuerte, también un Poder  to? Ya está, retiro el ejemplo de China, pero me
                  Legislativo fuerte, porque si el Poder Ejecutivo  queda todo el mundo. Me queda China Naciona-
                  gobierna, el Poder Legislativo fiscaliza; y tam-  lista, me quedan los cinco tigres del Asia, me
                  bién quiero una magistratura independiente.  queda Europa Oriental. ¿Qué ha sido de esa Unión
                  Quiero un gran país y estoy al servicio de un gran  Soviética, planificada y centralista? Una farsa de
                  país. Desde que he iniciado mi vida pública, ese  principio a fin. Resulta que no tenía ni reservas
                  gran país es mi sueño, y a mi sueño estoy contri-  de oro y amenazaba con hacer bajar el precio del
                  buyendo.                                    oro si soltaba sus reservas; no había reservas de
                                                              oro.
                  El señor Pease me pide una interrupción, se la
                  concedo.                                    De modo que en el mundo tenemos dos modelos:
                                                              el modelo del bienestar y el modelo del fracaso.
                  El señor PRESIDENTE.— Puede interrumpir     Tenemos que votar no sólo con serena convicción,
                  el señor Pease García.                      sino con entusiasmo y con fe por el modelo del
                                                              bienestar, que será el éxito y el bienestar, no de
                  El señor PEASE GARCÍA (MDI).— Sabroso,      nosotros, sino del Perú, de nuestros hijos y de
                  siempre sabroso y lamento haberle interrumpi-  los hijos de nuestros hijos.
                  do el párrafo, pero quería decir dos cosas.
                                                              Muchas gracias.
                  En las referencias internacionales, anda mal. No
                  sé si las revistas lo deforman, pero cuando me  El señor PRESIDENTE.— Tiene la palabra el
                  refería a Bolivia lo que digo es una cosa muy sim-  señor Juan Carrión.
                  ple. La gente no come inflación; la gente come y
                  gana en función de empleo, trabajo y de niveles  El señor CARRIÓN RUIZ (R).— Está mani-
                  de vida. En eso, Bolivia —diez años después—  festando el Presidente que no tengo sino cinco
                  está muy mal; está peor, no está mejor, y no es el  minutos... si alguien me cede un turno.
                  único caso.
                                                              El señor PRESIDENTE.— Tiene la palabra el
                  En el caso de China, ahí quiero dar un testimo-  doctor Carrión.
                  nio personal. Hace menos de año y medio he es-
                  tado quince días en toda la China de hoy, y corro-  El señor CARRIÓN RUIZ (R).— Señor Presi-
                  boro lo que ha dicho el doctor Moreyra. Corrobo-  dente, si usted considera que debe hacer uso de
                  ro que, efectivamente, allá no hay democracia y  la palabra el señor Velásquez, con todo gusto lo
                  diría, adicionalmente, que eso está muy lejos de  espero.
                  sus aspiraciones. Pero en materia de las apertu-
                  ras hacia el mundo capitalista, se trata de aper-  El señor PRESIDENTE.— Se le está conce-
                  turas puntuales dentro del mismo sistema arma-  diendo la palabra al señor Velásquez.
                  do. Lo que pasa es que no hay que ser tan dog-
                  mático. Es posible crecer en un sistema o en otro.  El señor PEASE GARCÍA (MDI).— Señor, que
                  Uno cuestiona el sistema por cosas que a veces  no es un favor. Quisiera que usted comprenda
                  van más allá del crecimiento. Aunque crezca  yo  que las atribuciones del Presidente no son darle
                  cuestiono el sistema chino por la libertad, pero  la palabra a cualquiera en el orden que sea. El
                  el problema no es el crecimiento.           Presidente puede variar el orden de pedidos de
                                                              la palabra sólo cuando se trata de recorrer las
                  Gracias, señor Chirinos, y no se amargue.   bancadas y que hablen todas, pero no es atribu-
                                                              ción del Presidente, en ninguna parte, agarrar a
                  El señor CHIRINOS SOTO (R).— No, pues,      uno que pide la palabra y ponerlo en el lugar que
                  es que éstas ya no son interrupciones.      quiera.

                  El señor PRESIDENTE.— Doctor Chirinos...    El señor PRESIDENTE.— Bueno, justamen-
                                                              te por dar un tratamiento especial, usted rompió
                  El señor CHIRINOS SOTO (R).— Ya termi-      la disciplina de la Presidencia, pero inmediata-
                  no, señor Presidente. En realidad, yo había ter-  mente la voy a recuperar.



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