Page 252 - Debate Constitucional 1993 - Tomo I
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Torres Lara en su condición de Presidente de la  El señor PRESIDENTE.— Señor Olivera, quie-
                  Comisión de Constitución y de Reglamento, y ava-  ro recordarle que su tiempo ha terminado. Como
                  lado por el Presidente del Congreso Constituyen-  una licencia especial, le damos un minuto más,
                  te, en el que inclusive se pretende dar clases de  pero, según el Reglamento, la fundamentación
                  veracidad y falsedad cuando se dan explicacio-  es sólo de cinco minutos y no hay cesión de tiem-
                  nes que, a todas luces, son poco creíbles, tal como  po en esta fase. Posteriormente se sabrá si se ad-
                  se ha señalado en los considerandos.        mite o no a debate la moción; y, de ser admitida,
                                                              entonces sí procederá la cesión de tiempo.
                  Aquí está el señor Rey, ojalá que hoy día nos pue-
                  da ilustrar si es que efectivamente se hicieron  En consecuencia, tiene un minuto para concluir,
                  los esfuerzos para citarlo a esa sesión extraordi-  señor Olivera.
                  naria. Yo sé que es alguien que trata de decir siem-
                  pre la verdad, conforme a su fe cristiana, la cual  El señor OLIVERA VEGA (FIM).— Yo insis-
                  siempre la tenemos presente. No creo que ahora  to, y mis colegas parlamentarios también sabrán
                  se preste a una media verdad; él siempre denun-  hacer respetar su derecho, que ellos tienen dere-
                  cia cuando quienes intervienen —como señala él—  cho a hablar, señor Presidente. Aquí lo que está
                  dicen medias verdades para dejar espacio a in-  en juego, como hemos dicho, es la defensa de
                  terpretaciones diversas; por ello, no creo que pri-  nuestros derechos como congresistas; y, de otro
                  me en él su amistad o simpatía cuando está de  lado, está en juego la defensa de la irrestricta li-
                  por medio una verdad que debe quedar esclare-  bertad de expresión, de la irrestricta libertad de
                  cida.                                       prensa, que son las únicas garantías para que haya
                                                              una verdadera democracia.
                  Señor Presidente, el diario El Comercio señala
                  en su editorial con toda claridad —respondiendo  Sabemos que a los dictadores —y a los que emu-
                  a este comunicado oficial que resulta inadmisi-  lan a los dictadores o a los que se someten a los
                  ble— que "(...) bien puede admitirse un error; pero,  dictadores— no les gusta que la opinión pública
                  de ninguna manera acepta ‘El Comercio’ que se  tenga el control efectivo a través de una libertad
                  pretenda afirmar que nuestro matutino publica  de prensa. Por eso cayó el émulo del señor Fuji-
                                                              mori, el señor Serrano en Guatemala, porque hubo
                  falsedades". ¡Nada menos que en una opinión
                  editorial!, señor. Y, además, como bien lo dice:  una verdadera prensa que se supo poner de pie. Y
                                                              ahora, cuando la opinión pública se está poniendo
                  "(...) Aparte que lo que importa no son fechas más  de pie para rechazar los intentos totalitarios que
                  o fechas menos,...", cuando se cumplen debates  se pretenden consagrar en el proyecto de Consti-
                  serios, cuando no se tienen que acatar órdenes  tución, se la pretende amenazar para así someter-
                  emanadas de poder ajeno al Poder Legislativo,  la y acallarla y, en los hechos, imponerle una mor-
                  sino lo que importa es el fondo. "(...) es imperati-  daza que nosotros no vamos a aceptar y que va-
                  vo precisar que todo esto no es sino otro exceso  mos a combatir en todos los fueros que se nos per-
                  conceptual y formal; y ello podría tomarse como  mita, entregando todo lo que podamos, señor Pre-
                  una forma sutil de ejercer presión contra la prensa  sidente.
                  independiente".
                                                              Eso es todo.
                  Yo comprendo que hay quienes pueden tener lo
                  que se conoce fisiológicamente como mareo de  El señor PRESIDENTE.— Tiene la palabra el
                  altura o soroche de poder, pero que esto sea asu-  señor Manuel Moreyra, por cinco minutos.
                  mido como cuestión personal, que no se nos em-
                  barque en cuestiones personales a la Comisión  El señor MOREYRA LOREDO (SODE).—
                  de Constitución y al Congreso Constituyente como  Señor Presidente: Es una verdadera lástima que
                  institución, y que no sea éste el epílogo de un  un debate constitucional comience con este tipo
                  debate constitucional que ha sido señalado en todo  de problemas.
                  momento como un debate que trata de violentar
                  y limitar la expresión de los parlamentarios.  Quiero hablar de por qué tenemos esta situación.
                                                              En primer lugar, desde el inicio, cuando se discu-
                  Cuando este problema ya transciende los fueros  tió el Reglamento de esta Cámara, se eliminó la
                  parlamentarios, y es un medio de comunicación  Junta de Portavoces. En el anterior Parlamento
                  el que realiza las críticas, el que realiza aportes,  —que funcionaba, obviamente, en forma demo-
                  el que cuestiona los métodos y procedimientos,  crática— la Junta de Portavoces recogía la opi-
                  el que reclama un debate amplio y alturado, es  nión de todos, todos estábamos presentes en esa
                  inaceptable que se ejerza este mecanismo de pre-  instancia, íbamos porque queríamos y, por consi-
                  sión, materia de la moción de censura que pre-  guiente, sus acuerdos obligaban a todos. Yo es-
                  sentamos.                                   toy excluido del Consejo Directivo, señor Presi-



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