Page 239 - Debate Constitucional 1993 - Tomo I
P. 239
Porque los Estados Unidos no pueden decir que como si fueran animales; y América Latina no
en el resto del mundo, por ejemplo, la democra- entendía qué proceso de descomposición social
cia y los derechos humanos funcionan en una puede ser aquel que configura una irreal situa-
forma armónica que ellos apoyan y que de algu- ción de derechos humanos que impone hacia el
na manera luchan para mejorarla. mundo un esquema, que ni siquiera en su propio
país es capaz de cumplirlo.
No quiero referirme a los refugiados palestinos,
arrojados de su propia tierra por un gobierno de Con el permiso de la Mesa, le concedo la inte-
Israel que no subsistiría sin la ayuda de los Esta- rrupción al señor Bedoya.
dos Unidos.
El señor PRESIDENTE. Puede interrum-
No me quiero referir a la discriminación racial pir el señor Bedoya.
sudafricana, contra la que lucharon algunos paí-
ses de la comunidad europea y a la que se suma- El señor BEDOYA DE VIVANCO (PPC).
ron solamente al final algunos gobiernos anglosa- Con la venia de la Presidencia.
jones.
Solamente para ilustrar al señor Ferrero que las
No me voy a referir al impedimento que signifi- declaraciones del funcionario sin importancia son
ca frente a la comunidad internacional el pano- nada menos que las del Director de la Agencia
rama que ofrece Yugoslavia, donde pobres niños para el Desarrollo Internacional de Estados Uni-
de edad aún más corta son asesinados a la luz del dos, George Wachtenheim, que, a su vez, cita nada
mundo entero, sin que la comunidad internacio- menos que a Bernard Aronson, quien textualmen-
nal logre instrumentar un mecanismo capaz de te declaró que "las relaciones con Estados Uni-
poner fin a una barbarie en el centro del mundo dos deberán basarse en el sistema democrático y
occidental y cristiano. en el respeto a los derechos humanos". Son a ellos
dos a los que he citado, y cuya cita viene de un
Y ¿qué hay de las crisis políticas en América La- periódico que no es exactamente de la oposición.
tina? No quiero mencionar lo que ha ocurrido en
Brasil ni lo que pasa cada día en Venezuela. Por El señor PRESIDENTE. Continúe, señor
eso me sorprendía cuando el señor Bedoya men- Ferrero.
cionaba que aquí la preocupación norteamerica-
na está afincada en la democracia. El señor FERRERO COSTA (NM-C90). Acá
todos somos testigos de que esto sí es una demo-
No sé con qué funcionario norteamericano pue- cracia.
de haber hablado el señor Bedoya. Debe haberse
tratado de alguna persona de muy poca ilustra- Claro, en la democracia los perdedores tienen que
ción, que no lee los periódicos en el Perú, donde saber perder; de lo contrario, la democracia no
se sabe que la libertad de expresión es probable- funciona, porque entonces los perdedores buscan
mente la más completa de América Latina: aquí desestabilizar la democracia. Eso es fundamen-
uno va a los kioscos y encuentra el ochenta por tal.
ciento de los medios de expresión criticando al
Gobierno y despotricando contra el régimen. ¿Será Pero dejemos un momento la objeción a la cues-
que quizá estos funcionarios no leen en castella- tión teórica de una democracia imperfecta para
no?; pero aun cuando se les tradujese, ¿quién pue- la imagen de los Estados Unidos y vayamos a las
de negar que acá ha habido un proceso avalado objeciones de fondo de aquellos que dicen que
no por Estados Unidos, sino por la OEA, para mientras no demos demostración de que pode-
ponernos a nosotros en este lugar? ¿No es acaso mos ser capaces de castigar las violaciones de de-
Estados Unidos socio de la OEA? ¿De qué demo- rechos humanos los Estados Unidos y la comu-
cracia entonces puede alguien atreverse a criti- nidad internacional nos abandonarán y nunca
car cuando hemos sido testigos hace solamente estarán de la mano con nosotros.
quince días de un proceso para elegir a los alcal-
des de todo el país? ¿Quién en esta Sala ha obje- Señor Presidente, ése es el mismo discurso que,
tado el fondo de ese proceso? como Jorge Nakamura ha dicho, hace más de trece
años escuchamos de la Izquierda, desde que
Ésa es la democracia, tan democrática como la Barrantes derrumbó el mito de la izquierda que
que viven los americanos. Sin embargo, si de de- crecía y lo convirtió en una Izquierda que se achi-
rechos humanos se trata, habría que recordar las caba. Desde ese momento la izquierda se aleja
horrendas películas que hemos visto recientemen- cada vez más del Estado y del poder; el pueblo no
te, mostrando a los pobres ciudadanos america- le da su confianza y con la misma velocidad acre-
nos de una u otra raza matándose unos a otros cienta su crítica. Ésa es la verdad.
215