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Uno es la caída significativa que ha habido en el sector minero en el país, donde se ha
visto una contracción hasta la fecha importante, que responde a dos fenómenos de caída
de precios, como podemos ver: el índice de precios en el primer semestre del presente
año cayó 9,1%; vale decir, el precio del cobre, del oro, de la plata que exportamos, que
es la mayor caída desde el 2009, que fue el punto central, más álgido, de la crisis
financiera internacional. Y el otro, respondiendo a este factor exógeno a nuestro país y a
un factor que tiene que ver con la dinámica de este sector a nivel internacional, es una
caída de la inversión en el primer semestre del año, en términos nominales, en un 5%.

A esto se suma un factor que —lo seguimos todos en las noticias— son las encuestas que
miden la confianza, las expectativas de los agentes económicos, empresariales,
consumidores, que tienen un peso muy significativo en las decisiones de consumo y de
inversión en el país.

Es fundamental, como ha dicho la premier, trabajar conjuntamente para poder reactivar
estas expectativas, que a diferencia de ocasiones pasadas, no han tenido una
recuperación rápida de rebote, sino que se han mantenido relativamente estancadas, con
una leve recuperación, pero que no tiende a revertir la caída que se ha registrado.

Esto responde a muchos elementos: al tema externo, ciertamente; pero también a temas
internos que hay que reconocer y que tenemos que trabajar conjuntamente para tener un
entorno propicio, porque la inversión privada representa el 80% de la inversión total en el
país. La tasa de inversión total es de 28%; entonces, si el 28% del producto no está
creciendo, tenemos ahí un tema importante —tanto en inversión pública como en
inversión privada— que trabajar conjuntamente para reanimar esos espíritus animales y
lograr que nuestra economía crezca por la vía de la inversión a tasas mayores.

El otro componente, ciertamente tiene que ver con un conjunto de factores exógenos,
shocks que han afectado principalmente al sector primario, al sector agrícola, al sector
pesquero. Desde luego, el sector minero se ha visto afectado por distintos factores.
Hemos tenido factores climatológicos, como la sequía en el norte, que afectó la
producción de arroz en cáscara; también, problemas en el mantenimientos de minas
importantes, que han hecho que la producción de la mayor mina de cobre del país haya
registrado una caída del 40% este año, en este caso, por motivos tanto de mantenimiento
como de estar en un lado del tajo con una menor ley; obviamente, ha habido una menor
demanda externa de estos productos. A su vez, se suma a esto el calentamiento del mar,
factores climatológicos, que han incidido en una caída en el sector pesquero.

Estos factores, estamos convencidos, van a cambiar, y la economía se va a impulsar por
el lado primario; pero también esto tiene un efecto en el sector de manufactura primaria.
Evidentemente, somos un país que tiene una concentración alta en materias primas, pero
también hay una serie de servicios y de industrias vinculadas a ello que se han visto
afectados por esa caída.

Es importante mencionar un dato, acerca del cual estábamos conversando dentro del
equipo, que es no subestimar los efectos de encadenamiento que tiene el sector minero
sobre otros sectores de la economía, sectores no transables de servicios, que tienden

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