Page 34 - Rumbo al Bicentenario Nº2
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En 1897, la reina Victoria celebró sus Bodas de Oro  medios destacaban las riquezas fiscales y los
           en el trono del Imperio Británico. En todos los  recursos inagotables que la naturaleza le había
           rincones de los dominios de Su Majestad se  dado al país como garantía no solo para lograr una
           organizaron     fiestas   y    conmemoraciones     paz estable y sólida sino para aspirar a ser la
           multitudinarias. A tal nivel llegaron los fastos que,  segunda república de América, la primera
           ya en vida, la Reina quedó atrapada en el mito del  después de los Estados Unidos. Al parecer, el
           orgullo británico. Lo cierto es que solo 50 años  ambiente de relativa euforia de julio de 1871 no
           después      de      aquellas     espectaculares   hacía presagiar la virtual bancarrota que
           celebraciones, la “Joya de la Corona”, la India, se  encontrarían los civilistas cuando asumieron el
           desprendía del Imperio y, 100 años después, los  poder al año siguiente, producto de los excesos
           británicos entregaban la colonia de Hong Kong.  fiscales de la administración de Balta por la
           Que esto sirva para recordarnos que, al final, las  implementación de las obras públicas y el
           formas de celebrar y ordenar el pasado solo dan  levantamiento de los empréstitos de 1870 y 1872
           cuenta de una autopercepción, además, muy  en el mercado de Londres. Tampoco asomaban los
           coyuntural.  Son  expresiones  de  un  deseo  de  evidentes actos de corrupción que acompañaron
           representación a menudo idealizado. Los  tal despliegue en infraestructura. Finalmente, la
           monumentos, los arcos de triunfo, las columnas  virtual conquista del orden interno sería
           recordatorias,   las  esculturas   solemnes     y  amenazada justo un año después con la rebelión
           cualquier otra construcción conmemorativa, por  de los hermanos Gutiérrez y, especialmente, con
           grandiosa que sea, pueden, con el tiempo, perder  la campaña revolucionaria de Piérola contra el
           o cambiar su significado. En el caso antes  régimen de Manuel Pardo que terminó opacando
           mencionado, con el transcurrir del siglo XX, las  las celebraciones por los 50 años de la batalla de
           pompas por el jubileo de la Reina desaparecieron  Ayacucho  en diciembre  de 1874.  En  aquella
       Hacia el Bicentenario: C ómo c onmemor ar la Independencia en 2021
           y, con ellas, cayó también el Imperio. En nuestro  efeméride, prácticamente no hubo tiempo, dinero
           caso, ya hemos celebrado el Cincuentenario, el  ni energía para diseñar un programa de
           Centenario y el Sesquicentenario de nuestra  conmemoraciones. Cuando llegaron los tiempos
           Independencia que proclamó el general San  del Centenario, el Perú había inaugurado la
           Martín el 28 de julio de 1821 en la Plaza de Armas  década de 1920 con relativa seguridad y
           de Lima.                                           optimismo. En líneas generales, ya habían
           En  1871,  cuando  se  cumplían 50  años  de aquel  terminado las guerras civiles, y los conflictos
           acontecimiento, gobernaba el Perú José Balta.  internacionales       estaban    por   definirse,  al
           Las celebraciones se sucedieron por todas las  consolidarse buena parte de las fronteras. Se vivía
           ciudades del país y, en su mayoría, fueron fiestas  una estabilidad política y se sentía cierta bonanza
           populares organizadas por los municipios. En  económica con la recuperación del precio de las
           Lima, a parte de las ceremonias oficiales de rigor,  exportaciones. En este marco, las celebraciones
           el gran proyecto fue la construcción del Palacio de  llevadas a cabo en 1921 y 1924, si bien estuvieron
           la Exposición que no pudo inaugurarse el 28 de  impregnadas por la inclinación de Leguía al lujo, a
           julio de 1871, como estaba previsto, sino al año  la teatralidad y a todo tipo de manifestaciones
           siguiente. Lo interesante es que, siguiendo las  grandilocuentes,  fueron  el  marco  propicio  para
           editoriales de los diarios de 1871, se nota un cierto  proyectar una imagen de orden y progreso al
           clima de esperanza. Al parecer, la política de  interior y exterior del país. Asimismo, era el
           obras públicas emprendida por el gobierno Balta y  momento propicio para insinuar el respaldo
           el virtual fin de las conspiraciones políticas daban  internacional con que contaba el Perú y confirmar
           una sensación de bienestar. Hay, por ejemplo, una  que tenía la tesis verdadera en el litigio sobre las
           reiterada mención a los ferrocarriles como  provincias de Tacna y Arica. En otras palabras,
           símbolo de los nuevos tiempos. Además, el país  demostrar el éxito del gobierno de Leguía en el
           vivía un clima electoral casi inédito. Como nunca  manejo  de  las  relaciones  internacionales. La
           antes, un gobierno llegaba a cumplir su período  historiografía     ha     reseñado     cómo     las
           legal y la reñida competencia electoral, que  conmemoraciones            del   Centenario    fueron
           ganaría Manuel Pardo, suscitaban el interés de la  utilizadas por el leguiísmo como medio de
           opinión pública. Resulta sintomático cómo la  propaganda. Se celebraron con  el mayor
       3 |   prensa,  especialmente  la  que  apoyaba  al  despliegue       posible   y   Leguía   fue   quien
           candidato del Partido Civil, subrayara el hecho de  personalmente supervisó los detalles de todos los
       3   que el país estaba cada vez más cerca de  acontecimientos. Además, los festejos sirvieron
           consolidar su orden interno. Asimismo, los         para rendir, prudentemente, homenajes por
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