Page 35 - Rumbo al Bicentenario Nº2
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separado a los libertadores, a San Martín (1921) y a Bolívar (1924). Fueron fiestas cívicas que evocaron
           la Independencia y quisieron generar la unión solidaria entre los distintos miembros de la sociedad
           peruana teniendo como testigos a las embajadas de los países amigos. Por su parte, el régimen
           aprovechó el acontecimiento para rendir culto a la personalidad del fundador de la Patria Nueva. Lo
           singular del Centenario es que muchas de las obras públicas relacionadas con el acontecimiento no
           quedaron listas entre 1921 y 1924, sino que se inauguraron a lo largo de los años 20. Los peruanos
           vivieron casi una década celebrando los 100 años de la Independencia. Al final, el edificio leguiísta se
           derrumbó en 1930 y el discurso que le dio vida quedó sin contenido. Como las obras del Centenario
           estuvieron muy ligadas a la figura de Leguía, estas también perdieron su significado. Así llegamos, por
           último, a la conmemoración del Sesquicentenario de la Independencia, en 1971, que estuvo igual o más
           politizada que la emprendida  por Leguía,  aunque menos  ostentosa en cuanto a obras públicas.  El
           Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas, presidido por el general Juan Velasco Alvarado, vivía
           ese año la “apoteosis” de su plan revolucionario. Ya se había nacionalizado el petróleo, la mayoría de
           empresas extranjeras estaban confiscadas, los medios de comunicación actuaban arrinconados y la
           Reforma Agraria se encontraba en plena aplicación. Con esta última medida, que abolía el “orden
           oligárquico”, la dictadura militar asumía que estaban alcanzando la “segunda independencia del Perú”,
           ya que la primera, la de 1821, había quedado inconclusa.

           Esto había quedado claro ya desde el 8 de septiembre de 1970 cuando se conmemoraron los 150 años
           del desembarco de San Martín. En un discurso, en la misma Bahía de Paracas, Velasco exhortó a los
           países latinoamericanos al logro de la segunda independencia, puntualizando que “la revolución de hoy
           es, de este modo, heredera histórica de esa primera lucha por nuestra independencia…” y señaló que
           “así como los libertadores hace 150 años fueron capaces de vencer el poderío de una alianza similar, así
           nosotros, los revolucionarios de hoy, seremos capaces de hacer prevalecer la causa de la justicia
           latinoamericana en cada uno de nuestros pueblos”.                                                        Hacia el Bicentenario: C ómo c onmemor ar la Independencia en 2021











































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                                  Óleo Proclamación de la Independencia en el Cabildo de Lima. Obra de Juan Lepiani.
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