Page 49 - Vida y Obra de Vizcardo Guzman - Vol-1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
Vida y obra de Juan Pablo Viscardo y Guzmán
algunos pocos testimonios, entre ellos el primer mencionado es la Carta de
Viscardo. Pareciera que en lo que restó del siglo XIX y algo más, Viscardo fue
relegado totalmente entre nosotros.
En efecto, la versión de la historia que proporciona Viscardo será igno-
rada tanto como su famosa Carta. Sin embargo, servirá de fundamento para la
aparición de un nuevo modelo de comprensión de nuestra historia a partir de
lo establecido en 1846 por el sacerdote Bartolomé Herrera con motivo de los
25 años de la independencia. A partir de Herrera, historiadores criollos desde
el siglo XIX republicano justificarán post factum la separación del Perú de
una potencia con la que comparte raza, religión y tradición, como una actitud
natural y biológica de madurez que significa antes la «emancipación» del hijo
maduro que la «independencia» política (Herrera 1846).
Bartolomé Herrera usa sin mencionar el origen las ideas de Viscardo
para sustentar su posición hispanista y católica. Dejando de lado que con He-
rrera la historia vuelve a ser providencialista, es preciso subrayar que Herrera
establece —con Viscardo— que la independencia es un proceso de madura-
ción que desemboca en la emancipación de una colonia que ya puede vivir sin
la tutela de una metrópoli. Es más, en un argumento que también será desa-
rrollado posteriormente por la historiografía conservadora (Alvarado Dodero
2013), Herrera niega el carácter colonial del dominio español por haber éste
sido de consenso. Es decir, los territorios españoles de ultramar más que colo-
nias eran partes del reino español.
A través de Herrera y, luego, de Vargas Ugarte, las ideas históricas de
Viscardo serán el fundamento de la historiografía conservadora en el Perú del
siglo XX. La madurez del Perú para la separación será el punto clave en la ela-
boración de un nuevo modelo de interpretación de la historia de la separación
política del Perú entre 1821 y 1824. Mientras este acontecimiento se va convir-
tiendo en el eje central de la trayectoria histórica peruana, su interpretación
ha de basarse en lo dicho por Juan Pablo Viscardo en la Carta y recogido por
Bartolomé Herrera en 1846, aunque sin el halo americanista y providencialis-
ta que le imprimieran respectivamente Viscardo y Herrera.
Pese a las condiciones coloniales, los peruanos habían logrado desa-
rrollarse en todos los aspectos alcanzando un nivel de madurez que los obli-
gaba a exigir el término de la tutela de España. A la autonomía económica se
sumaban la capacidad política, la calidad social y el nivel cultural alcanzado
por los peruanos como para iniciar una vida separada ya de sus progenitores
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