Page 346 - Vida y Obra de Vizcardo Guzman - Vol-1
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Volumen 1
Miranda, Viscardo y la difusión de la «Carta»
nation upon earth, and even teh Spaniards themselves, in his generous view
of the blessings to be derived from the prosperity and freedom of that vast
portion of the world (...).
(Traducción del documento anterior)
(JAMES MILL Y F. DE MIRANDA) CARTA A LOS ESPAÑOLES AMERICANOS POR UNO DE
SUS COMPATRIOTAS EN FILADELFIA 8vo p. 42
The Edinburgh Review, t. xiii, n. xxvi, Enero de 1809, art. II p. 277¬311.
Este curioso e interesante discurso es obra de Don Juan Pablo Viscar-
do y Guzman, natural de Arequipa en el Perú y eclesiástico de la Orden de
Jesús. Cuando los Jesuítas fueron desterrados de todos los territorios de Espa-
ña, él con el resto de su Orden, la cual —cualesquiera pudieran haber sido sus
deméritos en las otras partes del mundo— ha sido la benefactora principal de
la América española, fue excluido de su país y encontró refugio en los do-
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minios del Papa en Italia. En el tiempo en que la disputa sobre Nootka Sount
amenazaba producirse una guerra entre Gran Bretaña y España y cuando el
Señor Pitt, en vista de ese evento adoptó el proyecto de revolucionar las colo-
nias españolas en América, él invitó, por sugerencia del General Miranda, a
cierto número de ex jesuítas de Sur América desde Italia, a fin de emplear su
influencia para disponer los ánimos de sus compatriotas para cambios medi-
tados. A este número pertenecía el autor de la presente instancia, en que se
exhorta a los habitantes de Sur América, con toda consideración que interesa
a la especie humana, para que tomen la administración de sus negocios en
sus manos y para que establezcan un gobierno justo y benéfico que pueda al
mismo tiempo asegurar su felicidad y abrir un comercio liberal de beneficios
con el resto de la humanidad.
Esta extraordinaria persona, quien manifiesta un conocimiento, un
pensamiento y una liberalidad dignas de los países más cultivados, murió en
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27. Montesquieu dice de esta Orden: «Es glorioso para ella el haber sido la primera que haya demostra-
do en estos países (América española) la idea de la religión junta a la de la humanidad. Con reparar las
devastaciones de los Españoles, ella ha empezado a sanar una de las mayores llagas que haya recibido
todavía la raza humana". (Espíritu de la leyes, Libro IV, Cap. 6). También el doctor Robertson cuando
trata de las vidas rapaces, opresivas y licenciosas de los eclesiásticos de aquel país, dice: «Es extraordina-
rio el hecho que todos los autores que censuran la licencia de los regulares españoles con la más grande
severidad, convienen en justificar la conducta de los jesuitas. Formados bajo una disciplina más perfecta
que la de las demás órdenes monásticas y animados por la consideración del honor de la sociedad que
se apodera tan llenamente de cada miembro de la orden, los jesuítas en América y en el Perú como
es admitido, mantuvieron un decoro de modos de vida verdaderamente irreprensible». (Historia de
América, vol. IV, nota XIX).
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