Page 295 - Vida y Obra de Vizcardo Guzman - Vol-1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
Vida y obra de Juan Pablo Viscardo y Guzmán
Convocados los obispos, se ha dado principio a la presente, que sólo
es asamblea preparatoria, en que preside, por el gran duque, el senador Serris-
tori, hombre respetable y christiano viejo, asistido de dos secretarios y otros
dos o quatro theólogos, uno de los quales es monseñor De Vecchj, senese,
jansenista y pistoyese. El arzobispo de Florencia tiene el primer lugar entre
los obispos, y cada uno de éstos tiene dos theólogos de su elección, que en las
conferencias asisten y tienen lugar detrás de cada obispo.
Dicha asamblea la abrió el arzobispo de Florencia con una alocución
mui bien concevida, y esta primera sesión se reduxo a determinar el modo de
proceder en las siguientes, esto es, se determinó que los puntos se decidiesen
con la pluralidad de votos, y no con la unanimidad, como quería Pistoya; que
en cada sesión, que debía tenerse diebus alternis, tratasen quatro de los dichos
cinqüenta y siete artículos.
Procediendo a la siguiente sesión de 25 de abril, un santo celo y ardor
por la buena causa inflamó los pechos assí de los obispos que de sus theólo-
gos, señalándose entre éstos el Samperedi, theólogo del arzobispado de Pisa,
por su saber y ánimo. La sesión, que debía durar desde las nueve hasta la una
de la tarde, continuó hasta las dos y media, por el calor con que se contrastó
el punto de la authoridad pontificia, la de los obispos y la que pretendían los
pistoyeses dar a los párrocos con los sínodos diocesanos; pero llevaron xa-
que mate con la pluralidad de quince votos contra los tres de Pistoya, Colle
y Pienza, pues el de Cortona anda aora con los más. Dicho de Colle salió tan
atufado de la asamblea, que no hallaba la puerta de su coche, y dicen que dio
una cabezada en los cavallos; peggio per lui. Entre los anécdotos particulares
de esta sesión merece noticia que los pistoyeses y theólogos regios a cada paso
interrumpían a los otros, alegando, que el gran duque se inclinaba y quería tal
y tal cosa, hasta que el obispo de Soana, monseñor Pío Santi, que se mostró
fervoroso, se puso de pie y, hablando con el senador presidente, le dixo que,
apoyándose algunos en el nombre del gran duque, que citaban a cada paso,
suplicaba al señor presidente, que hacía las veces de .Su Alteza real, a decir
si tenía algunas instrucciones que comunicar a los obispos, pues si las havía
deseaban saberlas, para su govierno; a lo que respondió el presidente que no
tenía instrucción alguna particular del soberano, cuyo nombre mandaba no
se citase más. De los quatro artículos que. debían definirse en esta sesión, sólo
uno o apenas dos se terminaron, por lo que se cree que esta asamblea prepa-
ratoria durará mucho.
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