Page 328 - Vida y Obra de Toribio Rodriguez de Mendoza - Vol-1
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Volumen  1
                                                      Visita del Real Convictorio de San Carlos en 1815
                    [Al margen: renuncia del actual rector] Se reparará con prontitud lo
            mas preciso de sus piezas y habitaciones y el Señor visitador arreglará con
            la brevedad posible el quaderno de distribuciones quotidianas al tenor de lo
            expuesto por el, y por los dos señores informantes; y el nuevo Rector me pro-
            pondrá en Terna los sujetos que estime mas conveniente para el propósito
            de los dos vice rectores comprendiendo en ellas los colegiales que hubiesen
            idoneos y en su defecto de afuera, y verificado se pasará orden a la dirección
            de la escuela para que disponga el concurso de las quatro cátedras asignadas a
            dicho convictorio, y al señor Rector absuelto para que forme las cuentas de su
            administración de los años que no están dadas, dándola de todo a su mages-
            tad con el testimonio y el informe acordado y comuniqúese este decreto con
            copia de los artículos de la Reforma y de las notas del Señor Juez conservador
            y el nuevo Rector parte que les toca. Pezuela. Toribio Acebal Una rúbrica del
            Señor General = Excelentísimo Señor = la pérdida que sufrió este Real Con-
            victorio de San Carlos desde el año de mil ochocientos once de cerca de seis
            mil pesos con la abolición de los tributarios.
                    El embargo de tres mil setecientos sesenta y cinco pesos de sus resultas
            situadas en estas reales caxas; y en la Real Aduana en el año de mil ochocien-
            tos catorce a pesar de la equidad y justicia: dejaron al colegio en la imposibi-
            lidad de satisfacer a los Vice-rectores y Maestros sus respectivas asignaciones
            y alimentar decente, y frugalmente a los colegiales de aquí la deserción de
            los individuos mas útiles para el govierno de la enseñanza de aquí, en fin, la
            relación de la disciplina, esto es la poca subordinación y la suma dificultad de
            contener el desorden, los pocos estudiantes que ingresasen, y la multitud de
            los que salían.
                    Estas causas tan tristes y funestas, como eficaces, me obligaron a pedir
            el día once de Febrero de mil ochocientos quince al Excelentísimo Señor Mar-
            qués de la Concordia me descarguen de un peso tan insostenible, y que me
            hacía perder tanto de mi reputación. No tuvo por entonces éxito mi solicitud,
            sucesivamente se han ido aumentando mas las urgencias, por que los recursos
            sugeridos por mi en aquel día fueron precarios y débiles.
                    Por escrito y de viva voz he informado a Vuestra Exelencia de tan la-
            mentable situación de este colegio tan floreciente antes de esta época.
                    Y aunque de la misma imposibilidad de ordenar y mantener al co-
            legio ha resultado el no, poder mantenerme cómodamente en las presen-
            tes circunstancias, según la exposición verbal que tuve el honor de hacer a



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