Page 382 - La Rebelión de Huánuco. Vol 5
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Volumen  5
               Oficios varios ante la Real Audiencia sobre las insurreción de los partidos de Huánuco, Panataguas y Huamalíes
            temen que salgan a luz sus extorsiones contra mi, y cuyo borrador como es
            del papel que casi en el momento mismo de la Junta trabajé, incluio a Vuestra
            Señoria.
                    No hay foxa casi en todos los autos que se han formado en que no en-
            cuentre a cada paso Vuestra Señoría que en Panao tenian quatro o seis jueces
            (?) «que todos los que llevaban a él providencias del Subdelegado eran unos
            despotas, que en este año los habian dejado comer, porque les quitaban sus
            granos con la medida, y a los precios que ellos querian: y en fin, que la muger
            del Subdelegado Mejorada, les hacia mil extorciones, como el de ponerlos en
            la carcel, asi a ellos, como a sus mugeres, y a sus hijos; quitarles sus ollas de
            manteca estropeandolos de palabra y obra» y otras cosas al tenor que Casti-
            llo, segun aseguran todos, las repetía en los mas grandes excesos y violencias,
            agregándose a mayor abundamiento el ser este y ni aun mejorada, a pesar de
            tener ambos crecidos repartos, el Subdelegado [ilegible] ... dolo siempre que
            quiere aquél á qualquiera pretexto de interino.
                    Por aqui verá Vuestra Señoría lo que se hará con los Ynfelices Yndios
            de Paucar. Ellos no quieren por manera alguna que continúe el actual Sub-
            delegado, por que ven y nadie les quita de la cabeza esto, que con su estada
            Castillo y todos los demás, han de proseguir hostilizándolos como hasta aquí
            yéndose el Señor Yntendente. Sin embargo de los caminos abiertos por este
            Señor a mí, en nada pienso yo ya menos que en interponer recurso alguno
            que toque esos medios. Veo que los interesados trabajan en estorbar esto, y de
            resolverme yo á ello, me vendría alguna grande incomodidad, como ya he em-
            pezado á sufrirla por solo el hecho de haber acogido en mi casa á algunos de
            los del Común que vinieron siguiéndome para que los patrocinase en sus 49
            justas solicitudes. Si en esto he hecho bien lo juzgarán algún día las soberanas
            Cortes de la Nación, á quien luego que me lo permita el tiempo y mi salud,
            elevaré las oportunas representaciones. Por ahora lo que desea es común es
            que se les permita baxar a seis de ellos á esa Capital, con el objeto de hablar por
            si mismo á Su Excelencia, é interponer los correspondientes recursos ante su
            superioridad, para los que precisamente consultarán con alguno de sus acerta-
            dos Profesores, como lo juzgo. Yo como Español Americano, y también como
            Español Europeo; como convencido de las grandes hostilidades que sin duda
            se les han ocacionado por la maldita tolerancia de los repartos, como por el
            testimonio interior de mi conciencia, que me está diciendo no sea omiso en
            manifestar á los dignos Magistrados que por medio de su alta representación



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