Page 88 - La Rebelión de Huánuco. Vol 4
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Volumen 4
Autos seguidos sobre el descubrimiento de los autores de la rebelión de Huamalíes
Huánuco 22 de Junio de 1812. Agruéguese á los de su materia, subscri-
biéndose por el Protector. Gonsales (Rubricado). Ante mi: Nicolás Ambrocio
de Ariza (Rubricado).
Señor Gobernador Yntendente
José Bustillos Vecino del Pueblo de Pachas cabesa de aquella Doctrina
en el Partido de los Huamalíes, preso en esta Ciudad por incidencia de la Su-
blebación de aquel Partido, en los autos formados sobre la materia, ante Vues-
tra Señoría con el devido acatamiento, y en la forma que mas combeniente sea
y por derecho lugar haya respondido al traslado que se me conferido = Digo:
Que siendo Justicia Vuestra Señoría se a de serbir demandar se me ponga en
libertad así por lo que del proceso resulta, como en uso del Yndulto, copioso
y liberal espedido por el Exelentísimo Señor Virrey en concequencia de sus
Facultades Superiores, y en exercicio de la notoria piedad de Vuestra Señoría.
Ello es que si yo hubiese negado en mi declaración haber acompañado
a los insurgentes ó a el Pueblo de Llata habría quedado oscurecido este echo
pues no hay prueba de ello, como es de ver en el voluminoso proceso que se ha
formado, pero como sea notoria como christiano la obligasión a que el hom-
bre se contiene por el Juramento, por eso se hiso notorio el echo, pues no hay
uno solo Testigo que lo declare, pues, el único que habló de mi en el Sumario
fue Nolberto Velásquez a fojas 128, asegurando haberle yo dicho que había
orden de Casteli para matar chapetones. ¿Si el referido que públicamente se
decía puede en Justicia arguirseme de delito, apenas habría hombre en el Par-
tido de Huamalíes que no fuese reo, pues estaba la noticia tan corrompida y
dibulgada por los muchos emisarios que Castillo mandó con muchas órdenes
que lo aseguraban, y todos hablaban a una voz común y como no diga el tes-
tigo que yo les ceduje a que se sublebace, no hay culpa alguna en mi en haber
referido una pública voz.
El haber acompañado para Llata a los Ynsurgentes fue efecto de la
fuerza, y amenasas con que hiban aterrando a todos por sus anteriores cri-
minales echos los insurgentes; por lo qual, y por lo que consta del fundado
informe del Venerable cura de Llata Don Bernardo Briceño a fojas-, en que
afirma con juramento haberles socorrido y ayudado a contener la cedición en
el Pueblo de Llata el día terrible de su saqueo los Pueblos de Pachas, siendo
yo uno, entre ellos es conciguiente preciso que yo quede libre y descargado de
la culpa que podría haber sospechado contra mí: Por tanto y dando aquí por
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