Page 96 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
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Volumen  3
                        Autos seguidos sobre el descubrimiento de los autores de la rebelión de Huánuco - Segunda parte
                    (Margen superior derecho) José Beraún.
                    (Al margen)
                    Huánuco Abril 16, 812. Como lo pide. Gonsales (Rubricado). Ante mi:
            Nicolás Ambrocio de Ariza (Rubricado) Escribano de Su Majestad. Mariano
            Flores (Rubricado).


                                   Señor Governador Yntendente
                    Don Alfonzo Mejorada, Capitán de Milicias, Curador adlitem de José
            Beraún Alias Cañapa, y encargado para su defenza, con la devida veneración
            ante Vuestra Señoría paresco y digo: Que dimana la prición de mi parte por
            la declaración de Mariano Vélez, quién aseguró en su dicho que se havía ex-
            presado «Ochenta leguas de aquí se halla Casteli y que otros tantos día daba de
            plazo a los chapetones puesto que éste venía á acabar con ellos», lo que se falci-
            ficó en el careo de fojas. La confeción de mi parte berificada con cinceridad,
            acredita lo contrario, y claramente significa todos los acaecimientos y pasajes
            que se le hicieron de cargo.
                    El citado Mariano Veles que acrimina a mi parte con palabras estudia-
            das, es un sugeto de mal nombre, y conosido por díscolo, de mala opinión, y
            fama, sobre lo que daré la prueba suficiente, y quando se le ha mencionado
            en esta Ciudad, ha sido solamente por sus exesos, y por hasmereir del lugar,
            de modo que sinó está en un precidio, es solamente por pender de algunas
            casas de bastante crédito, y honor. Esto no es dicho mío, sino vos común y
            un sugeto de esta clase, no debe admitírsele sus dichos y así doy por nulos y
            de ningún valor, probando todo a lo contrario, respecto de que en parte se su
            Patriotismo, y amor al Soberano, fue uno de los primeros que salió a defenza
            de la Ciudad, con su escolta de Soldados, por hallarse de guardia la noche de
            la imbación, a donde se encontró con su Coronel, y dándole las respectivas
            noticias, pasó en vela reuniendo las Patrullas con los Alcaldes de Barrio, y
            congregados, pasó al Puente a defender de los enemigos, con el Capitán Don
            Diego Adalid, y fue el primero que disparó su escopeta en defenza de la justa
            causa, de cuya cituación revolvió a cortar el Puente de Sogas, por mandado
            del Subdelegado y de Don Diego Adalid hasta que haviendo buelto al Puente
            de Huayaupampa, revolvió desamparado por falta de Armas, y Jente en el que
            recivió un hondaso que lo maltrató malamente.
                    El dicho de un hombre solo, aunque sea de bastante crédito, no acri-
            mina, por no ser prueba suficiente, mucho menos de un hombre perdido que



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