Page 100 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
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Volumen  3
                        Autos seguidos sobre el descubrimiento de los autores de la rebelión de Huánuco - Segunda parte
                    El Teniente de Caballería Don José Narbarte.
                    (Al margen)
                    Huánuco Abril 16 de 1812. Como lo pide, al tenor del Ynterrogatorio
            incerto. Gonsales (Rubricado). Por enfermedad del Escribano: Juan de Dios
            Gallardo (Rubricado) Secretario.


                                   Señor Governador Yntendente
                    Don José de Binia Defensor nombrado para los presos que por motivo
            de la insurrección experimentada en esta Ciudad, y su Partido con el de Pa-
            nataguas, se hallan notados en ella, á nombre del Teniente de Cavallería Don
            José Narvarte, puesto a los pies de Vuestra Señoría con el mas profundo respe-
            to paresco, y digo: Que sin embargo de que los Autos de su propósito no se me
            han entregado, como espero se verificará para establar por el orden metódico
            la defensa; es factible, que llegado ese caso, sea indispensable retardar el corto
            término, que se ha prefinido, por quanto no dé lugar á evacuar las lejítimas
            diligencias que necesite en obsequio de la Justicia, y de mi defenza: para salvar
            en alguna manera lo expuesto, conviniendo, como conviene al derecho de mi
            parte se le reciba información sumaria, no tengo otro pronto recurso, que an-
            ticiparla con oportunidad, y ocurrir a la bondad de Vuestra Señoría para que
            siendo servido, mande se me reciba al tenor del interrogatorio siguiente.
                    (Al margen) 1a.
                    Primeramente digan los testigos que presente: sí es verdad, que mi
            parte siempre ha sido leal ya en contribuir á los Donativos que han sido nece-
            sarios para auxiliar a esta Monarquía: ya por obedecer ciegamente a los pre-
            ceptos de los Magistrados, y órdenes de sus Gefes, como para auxiliar también
            con su persona a la Capital por disposición del Exelentísirno Señor Virrey del
            Reyno que para ello hubo.
                    (Al margen) 2a.
                    Yten digan: sí en el momento que ordenó esta Policía que se quartela-
            sen tropas de Ynfantería; y que los de Cavallería se empleasen en rondar las
            calles de la Ciudad: mi parte fue el primero que sin interés se presentó con su
            cavallo y armas, cuyas rondas en virtud de que se hacían por turno, le tocaron
            diversas ocaciones a mi parte.
                    (Al margen) 3a.
                    Yten digan: sí en el primer asalto, que los Ynsurgentes dieron a la Ciu-
            dad, mi parte se rnescló con ellos en cosa alguna: sí es cierto, que haviendo



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