Page 319 - La Rebelión de Huanuco - vol 3
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La Rebelión de Huánuco de 1812
            sublevacion, y sus consequencias vindican mi honor; por que no han tenido
            merito para mancharlo.
                    A ser yo causa de la sublevacion, como lo quiere el testigo Don Pedro
            Tello, apoyando su deposicion, y el crimen, que temerariamente me supone
            baxo la aerea persuacion de haber fugado; nadie puede dudar, que á ser yo
            complice de la sublevacion, esos mismos sublevados no hubieran permitido
            mi fuga, ni el principal Caudillo de ellos me hubiera dado papel á presencia de
            innumerable gente, para que fugase: si fugué, lo hise por salvar mi vida, yá que
            nola perdí en el Puente de Huayaupampa, ó en mi tienda; y por verme libre de
            los horribles hechos, que en esta infelis ciudad se experimentaban por los Yn-
            surgentes, y por el miedo que tube de ellos: así lo declaran en la informacion,
            que produxe, Vasquez, Davila, Ruíz, Blanco, Francisca Roxas, é Ylaria Mosco-
            so en los numeros 7, 8, 9, 10, 12 exceptuando el quarto de estos testigos, que la
            tercera, y decima pregunta no absuelben. Por la deposicion de estos testigos se
            exclarese, que Tello cometió un violento absurdo en su declaración; pues sin
            tener Datos positivos, há querido, que con un pudo ser, se haga verosimil, que
            por la fuga, que hise, seme debe llamar Autor de la Sublevación.
                    Mayor desproposito comete en hacer conjeturas; pues por que me vió
            hablar con los Cabesas de esos Ynsurgentes, en especial un dia, que en la calle
            de Santo Domingo á presencia suya le pregunté a Don Domingo Berrospi, si
            era cierto que habia llegado oficio de Su Señoria, respondiendome que sí me
            retiré yó á pie, y Manuel Rodrigues á cavallo; y por que estubimos hablando
            largo rato enla calle, infiere que hubiesemos tomado precauciones, pues Ro-
            drigues en el acto fue á comboyar Yndios, En quanto á lo primero rearguyo
            «que no obstante á que por estas unas atingencias temerarias, y a que Berrospi
            en la segunda pregunta de la declaracion que se le recive, en virtud de la cita:
            que le haze el propio Tello, no recuerda tal pregunta mia, quisiera efectiva-
            mente saver, si por que havia contextacion de Su Señoria; esta sencilla res-
            puesta podrá ser Crimen para que se infiera que Yó, y Rodriguez tomasemos
            precausiones para que progresase la sublevacion: para que se resistiese a las
            Armas del Rey; ó á la ovediencia que devemos tenerle á esta Superioridad?. Lo
            contrario esta claro; porque á tomár esas precausiones, ó al menos dar dispo-
            siciones sobre ellas, ni yó hubiera fugado, ni me permitirían fugar; y quando
            uno, ú otro no sea acequible; ¿quien me negará que a sér lo que Tello quiere, los
            Rodrigues lo hubieran confezado de plano, ó sircunstanciadamente, y nó se hi-
            ciera unico testigo en esto? Lo segundo que durante el tiempo de la sublevacion,



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