Page 514 - La Rebelión de Huánuco. Vol 1
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Volumen  1
                                            Sobre los cómplices de los insurgentes en la montaña de Chinchao
                    En sus dichos aparece que lejos de haver yo formado la insurreccion
            en la Montaña, manifiesto las más extraordinarias señales de regosijo al saver
            la Victoria de Vuestra Señoría, que la comunico prontamente a quien puede
            interesar, y me manejo en el lance sin aquel temor que me havia sobrecojido
            cercado de enemigos y noticias funestas. ¿Son estos los caracteres de un sedi-
            cioso que pretende el triunfo de los insurgentes, ó los de un Patriota oprimido
            que respira al ver su libertad, y el triunfo de las Armas del Rey? Aquí Señor
            intereso a Vuestra Señoría. Veanse las atestaciones de los testigos que presento
            los que hacen a lo favorable para mi prueva, y se conocerá claramente que yo
            en el lance hice lo menos que podia hacer aun exponiendo mi vida si confor-
            me fue prospera huviera sido adversa la suerte del escrito de Vuestra Señoría.
            Yo les dije saliesen a Acomayo, cumpliesen de este modo, y bolviesen a sus
            casas, que la orden no era de alguna autoridad legítima, y si solo de los Yndios
            que nos forsavan; y pregunto ¿Si los Yndios por un imposible huviesen triun-
            fado qual huviera sido mi suerte al ver ellos que lejos de mandarles los auxilios
            que pedian los havia yo entorpecido y detenido expresamente? Resulta pues
            que yo en el apuro hallé el mejor modo de salvarme sin protejer la insurrec-
            cion. Desde luego que algunos testigos me acriminan, pero son los dichos de
            unos hombres llenos de nulidades de derecho, cuyas tachas juro en toda forma
            ser verdaderas, y me salvan muchos hombres de bien, de honor y Cristianos
            contra quienes jamas se ha atrevido a poner nota.
                    Prueva y comprueva la astuta y engañosa idea con que fingi la carta es-
            crita a Don Juan José Castillo, cuyo supuesto contenido hago constar anterior-
            mente, y cuya substancia se halla falsificada, pues dice en su declaración, que
            cuando me retiré a la montaña ni antes llegue a su casa ni conmigo ha tratado
            cosa alguna, y por esto ni le pedi ni menos me dió ordenes, antes por el contra-
            rio anduve profugo de su vista por no mesclarme en sus concilios y juntas.
                    Por las deposiciones de Don Juan García y Don José Barrero hago ma-
            nifiesto de que en lugar de patrocinar y favorecer a los seductores de la par
            contra la Monarquia, propendí a que se castigase en tiempo oportuno a An-
            tonio Espinosa uno de los principales caudillos en esta rebelion, pues havien-
            dole depuesto Don Juan García y Don José Barrero inmediatamente lo puse
            en captura, y le segui la correspondiente Sumaria informacion, con la que no
            di parte por haverse hallado ausentes los dos Subdelegados de aquel Partido,
            asi el propietario, como el Sobstituto. Más haviendo llegado a esta ciudad el





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