Page 515 - La Rebelión de Huánuco. Vol 1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Huánuco de 1812
interino Don José Castillo, di cuenta con Autos, los que vistos y enteradose en
su contenido sentencio definitivamente haver sido una bufonada.
Quando ya se rugia y havia preludios de la presente sublevacion acae-
cida, una noche que fué Jueves 13 de Febrero por comicion del Señor Subde-
legado y orden de mi Coronel recoji y comboque de auxilio a Don José Bal-
dizan, Don Antonio Vidobro, Don Eulalio Egoavil, Don José Antonio Balao,
y a otros muchos vecinos con la mayor vigilancia, prontitud y actividad para
que se presenciasen a auxiliar a la Real Justicia, como asi lo verificamos custo-
diando toda aquella noche la ciudad; y estas acciones dan entender a toda luz
el amor fidelidad y Patriotica lealtad a mi soverano, como tambien mi exacta
vigilancia en contrarrestar a sus traidores y enemigos de la paz.
Este es Señor Governador Yntendente el alegato que acompañado de
las declaraciones que sean favorables presento a Vuestra Señoría. Lo estrecho
del tiempo que se me concede el encierro en que me hallo, y la falta de Profe-
sores que hay en la Ciudad, no me permiten presentarlo como debia hacerlo;
más el hará ver a Vuestra Señoría un hombre que no tuvo la menor parte en
el principio de esta revolucion, y si por el contrario procuro de muchos mo-
dos apagarla, y hacer triunfar las Armas del Rey , que no pudiendo conseguir
lo profugo cercado de afanes y sus causas, y buelto a ella no se olvidó de sus
deberes, que no jusgandose seguro en su casa, y temiendo no ser embuelto en
las asechanzas que se tendieron a muchos en la Ciudad profugó a la montaña
por que creyo vivir en ella tranquilo, que saliendole falsas sus esperanzas se
vió alli en una nueva tormenta, que para salvarse imbentó un arbitrio que si
aparece crimen no es mas que la obra de un miedo que no pudo evitar, pues
no siempre podemos resistirlo por más reflecciones que formemos para ello,
que sí obedició y notificó la orden de un Juez, que no debia obedecer, fue por
que las amenazas apuraron, y falto una resolucion que Dios da a quien quiere
pues es don suyo; mas con todo lo hizo de un modo que salvandose asi mismo
en nada perjudicó la Justa Causa. Que en fin acusado por algunos malos, es
bindicado por muchos buenos.
Ultimamente si esta revolucion ha sido contra los Europeos, no puede
sin el mayor agravio suponerseme parte en ella. Soy hijo de un Viscayno de
honor, y queriendo a mi Padre, no puedo jamas aborrecer a los que han traido
al Perú la Santisima Religion que profesamos, que hace nuestra mayor honrra
en la vida, y nuestra felicidad en la muerte.
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