Page 369 - La Rebelión de Huánuco. Vol 1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Huánuco de 1812
planes: Pasó a la montaña acompañado de uno que se decía Salcedo de Tarma,
y de Don Sebastián Ramires dependiente de la Casa del Subdelegado, con un
barómetro midió las alturas, delinió los pueblos; y por último fue tan público
esto que la plebe ignorante y los yndios desconfiados, creíeron que ya benía
toda la nación Bretánica á sogusgar a Huánuco y su territorio: y aquí nacieron
defidencias mudos corillos y principiaron á parecer descontentado é infama-
torios pasquines.
(Al margen)
Segunda… Que los Subdelegados del Partido de Panataguas Don Al-
fonso Mejorada, y Don José del Castillo su sostituto no solo á ellos sino sus
comisionados oprimían á los yndios que les estaban sujetos del tal modo a
cada uno·les excojían mitas, abíos, y otras penciones que totalmente se po-
dían soportar; sin embargo les hacían crecidos repartos y para exigir su cobro
espedían providencias executivas que tanto afligían sus personas, quanto de
autoridad propia quebraban las puertas de sus casas los espilaban é inhuma-
namente quedaban pereciendo. Y no paraba en esto, sino que todos aque-
llos comerciantes que ingresaban de Huánuco y de Bonbón y tenían tratos
y comercios con los yndios, eran embargadas sus personas, sequestrados los
efectos industriales que llevaban: publican bandos que sin exepción de nadie
se sacasen frutos naturales; y solo ellos eran los que comerciaban y sacaban
esos frutos que quedaban depositados hasta aguardar el tiempo de la maior
escasés.
(Al margen)
Tercera... Que no contento el sostituto Don José del Castillo con exe-
cutar los absurdos que se han espresado anteriormente los mismos que eran
públicos y notorios a los vecinos de Huánuco quienes no solo se vieron des-
poseídos de aquel mutuo antiquado comercio que tenían con los pueblos de
Panataguas, sino que perdieron los empréstitos ó fiados que tenían con aque-
llos, á maior abundamiento llegó á noticia de unos y otros que el menciona-
do Castillo escribió al Señor Gobernador Yntendente de Tarma que todos los
vecinos de Huánuco quando los indios llegaban a la Ciudad les embargaban
sus bienes, capturaban sus personas, falseaban sus firmas y finjían providen-
cias suias para executarles infinitas estorciones; en una palabra que todos los
Huanuqueños eran ladrones, y aunque Don Melchor de Basaldua execute la
comición con sinseridad, desinterés, y secreto, no dexo de saberse en el lugar
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