Page 93 - Vida y Obra de José Baquijano y Carrillo - Vol-1
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             Vida y obra de José Baquíjano y Carrillo
            en la unión y simplicidad perfecta de una misma Esencia? ¿Cómo concebir
            la energía de estas palabras empleadas, dice un Padre,  para mostrar lo que
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            es superior a toda expresión? Bastará pues convencerle que ese abismo que
            no encierra ni oculta repugnancias,  no permite sondarse sin el riesgo de un
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            infeliz naufragio; que esa gloria no sufre registrarse sin oprimir y deslumbrar
            con su esplendor, imagen natural del fuego, que si alumbra con utilidad a la
            arreglada prudencia; abraza e incendia a la indiscreta confianza, debiendo ella
            en su audacia reconocer y adorar a lo infinito por término de sus presuntuosas
            y fieras investigaciones.
                    Si la verdad se explicara a solas con la razón desprendiéndola de las
            fuertes y pesadas cadenas que la atan a los sentidos; si para comunicarle su
            doctrina no tuviera necesidad de valerse del oído, de ese juez soberbio y des-
            deñoso, como lo nombra Cicerón; no trabajaría en transportar y halagar a el
            hombre por la gravedad majestuosa del discurso, la pronta y ligera rapidez de
            las frases, la suave y armoniosa cadencia de las voces. Para vencerlo es preciso
            descubrirla adornada, seducir las pasiones, y rendirlas por el placer y encan-
            to. Arte sublime, que con tal destreza y energía practicaba el gran apóstol en
            la conversión de los gentiles, que por su uso y manejo lo admiran respetan y
            equivocan en Licaonia con Mercurio el dios de la elocuencia. Convenciéndo-
            nos este grosero engaño que cuando él mismo exclama, que la predicación no
            se funda en los discursos persuasivos de la sabiduría humana, sólo pretende
            demostrar que el establecimiento de la Iglesia y su propagación es obra de la
            gracia y del poder del cielo, o intenta también en este rasgo desterrar de sus
            ministros la inmoderada aplicación a las frías reglas de la retórica expuesta
            siempre a caídas y precipicios, o los líricos y compasados movimientos de un
            teatro profano,  o los despreciables y métricos equívocos de los pensamientos.
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            3.  San Agustín Libro 5, de Trinit, cap. 9 [Nota del autor].
            4. Véase el discurso preliminar de la Theodicea de Leibnitz la conformidad de la fe con la ra-
            zón. Este grande hombre compuso también un tratado en latín: Sacrosancta Trinitas per nova
            argumenta Lógica defensa. El Sabio Tillotson decía que no temía la disputa con los Socinianos,
            y que se allanaba a que se defendiese la causa en el tribunal de la razón. En su sermón 2 sobre
            la divinidad de Jesucristo [Nota del autor].
            5. Aunque la acción se le encargue al predicador, no ha de ser esta tan afectada que los fieles
            conozcan no ser obra de la convicción interior, de su espíritu; sino del frío método y estudio.
            En el Tratado de la acción del orador impreso en Leyde en 1686 se habla con desprecio de un
            orador que tosía en el púlpito con regla. En el manuscrito escribía donde se había de toser,
            hem, hem, que era la señal [Nota del autor].


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