Page 370 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 7
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Volumen  7
                                                              Causas criminales contra los rebeldes
            sarse más. De que resulta que Rafael Páucar en la conversación que tuvo con
            los soldados faltó a la verdad, y que no hay declaración suya jurídica en la
            materia.
                    Jacinto Inquiltupa en su confesión de fojas 6 vuelta negó desde luego
            con suma verdad y justicia el hecho de haber recibido la carta de Tupa Amaro,
            con que hasta aquí Inquiltupa ni está convencido, ni confeso del delito.
                    Aunque para averiguar y descubrir la verdad en estos hechos se hizo
            careo a fojas 20, entre Páucar, Inquiltupa y la Quecho, preguntado Páucar si
            la mujer que se ponía presente (esta es Cristina Quecho) era aquella a quien
            dice entregó la carta, respondió que no la conocía. Repreguntado si conocía
            la casa en que entregó la carta, dijo no haber entregado en casa alguna sino
            en el puente del hospital. Preguntado Inquiltupa si Páucar le había entregado
            la carta, respondió no habérsela entregado y que el indio Páucar únicamente
            le dijo de palabra que llevaba carta para el cacique de Corca Gregorio Quevo-
            racha. Interrogado por qué si sabía que Páucar traía carta del rebelde para el
            cacique Quevoracha no lo había denunciado, dijo que no conoció dicho indio
            Páucar, que fue decir no sabía quién era, ni que era enviado de Tupa Amaro,
            ni si la carta era de dicho rebelde Tupa Amaro. Con que ni aún con el careo se
            adelantó nada ni se puede decir que a lo menos hará indicio o presunción con-
            tra Inquiltupa, lo cierto es que el Páucar estaría ebrio cuando lo apremiaron
            los soldados, y enajenado de la razón, dijo ante ellos las expresiones que han
            declarado y después en las confesiones y careos, estimulado de las preguntas
            de haber traído la carta y entregado la carta y otras, ha hablado sin concierto
            alguno ni la más leve conformidad a la verdad, de que ha provenido un enredo
            y un embolismo incomprensible; y que por tanto no puede perjudicar a In-
            quiltupa ni a su mujer ni a otro alguno de los comprendidos en la causa. Aun-
            que Rafael Páucar a tiempo de nofiticársele el auto de fojas 6 por el escribano
            de la causa, dijo añadía a su confesión había traído dos cartas, la una que se la
            quitaron en Ocororo, y la otra que entregó a la mujer del cacique Inquiltupa,
            que un español cuyo nombre y apellido ignora le dijo no hablaré palabra de
            la conducción de las cartas; que la mujer de Inquiltupa, le respondió cuando
            recibió la carta que contra José Tupa Amaro avisaría a los indios, pero que a
            su favor no le esperare esta diligencia, no es ni se puede llamar confesión por
            más que se hubiese hecho ante el escribano de la causa, ya porque no está ac-
            tuada ante vuestra señoría, ya porque no está jurada por el reo, y viene a ser
            extrajudicial, y por tanto es nula de ningún valor ni efecto contra el mismo



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