Page 727 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            que hallándose en varias ocasiones preso en el pueblo de Tinta y Tungasuca,
            por el indio rebelde José Gabriel Tupa Amaro vió a Don Francisco Cisneros,
            ceñido de prisiones, privado de toda comunicación y alimento natural y en un
            total aborrecimiento, asi del dicho rebelde, como de todos los demás indios
            alzados, por decir éstos que fue cobrador del finado Don Antonio Arriaga y
            como tal sintiendo de lo acaecido con él, buscaría modo de vengar el agravio
            y cuando menos trasluciría las disposiciones que tenía el rebelde contra la
            Corona Real y por esta sospecha lo tuvo en un continuo trabajo. Asi mismo
            dice, que vió en otra ocasión que habiéndose asomado por una ventana de la
            pieza donde estuvo preso el dicho Don Francisco Cisneros, columbraron los
            indios que reforzaban la traición del indio rebelde, y le gritaron diciendo sal
            para afuera y te merendaremos en un instante, sin dejar rastro, ni aún de tus
            huesos, porque no hay razón para que vivas hasta ahora; del mismo modo
            dice que vió y oyó que los dichos indios enemigos, pidieron en altas voces
            a dicho rebelde, les diese lugar para acabar con la vida de Cisneros, que no
            convenía le mantuviese con vida, porque le haría una traición tal, que no po-
            dría remediarla pues sabían que estaba haciendo propios al Cuzco, noticiando
            sus disposiciones; y que no habiéndoles dado lugar para esto, destejaon una
            noche el techo y abrieron una brecha de la pieza donde estaba preso el dicho
            Cisneros y a tiempo que iban a entrar, los reparó él y dió gritos pidiendo favor
            y al ruido llegaron los que allí cerca estaban y rogaron a los indios, que no
            ejecutasen aquella tiranía con aquel infeliz, y así lo suspendieron. Esto es lo
            que sabe, ocular y auricularmente, y como tal lo declara en fuerza de verdad,
            so cargo cincuenta y cinco años, y que no le tocan las generales de la Ley y lo
            firmó conmigo y testigos presentes, con quienes actuó jurídicamente a falta de
            Escribano Público ni Real.

            Francisco de Salcedo
            (rubricado)
            José Fermín de Herrera
            (rubricado)
            Felipe Armaza
            (rubricado)
            José de Quirós
            (rubricado)




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