Page 117 - La Rebelión de Túpac Amaru II - Vol-6
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            debía el corregidor haber exhortado para una derrama entre los curas, para
            dicho fomento y en su defecto entregásemos, si posible fuera, la custodia de
            nuestras iglesias, y no que se ha malogrado toda la empresa dándole tiempo y
            fuerzas al enemigo.
                    También sé que en Quispicanchis está enterrado un pedrón grande, el
            que podría servir de pertrecho en la plaza de Paruro o en un encuentro a cos-
            ta de cien pesos traerlo en una balsa río abajo hasta el puente de Cusibamba,
            con los indios, lo que pueden disponer vuesas mercedes. Y como me reen-
            cargaron impartiese lo mínimo, prevengo que entran los indios a los pueblos
            con algazara y alboroto a perturbarlos, y con el ruido de las hondas casi no
            se aperciben los traquidos de las bocas de fuego, como sucedió en el pueblo
            de Sangarará, y de estos arbitrios muchos. En meses pasados llevaron mu-
            chos granos de estos contornos a la tierra arriba para sus fomentos, por lo que
            debían vuesas mercedes que las trojes de esta provincia se cogiesen para los
            víveres, por el rey, a hostilizarlos con hambre; es que debo prevenir a vuesas
            mercedes para su pronto remedio pues nos hallamos en un vaivén de peligros.
            Por lo que me queda un tanto para todo tiempo y quedo siempre cuidadoso
            a indagar lo que hubiere de nuevo, y esperamos en la vigilancia de vuesas
            mercedes arrasarán al rebelde con sus secuaces. Y tengo por conveniente no
            asporte nuestro corregidor por acá porque con grande empeño lo solicita el
            indio; y como se halla recién llegado ni ha cobrado nada de lo repartido, lo
            halló esta invasión sin dinero, y aún asi ha hecho lo que ha podido; por lo que
            en ningún tiempo tiene responsabilidad o desidia, ni negligencia.
                    Deseo a vuesas mercedes toda properidad y salud para nuestra defen-
            sa, para lo que pido a Dios Nuestro Señor guarde a vuesas mercedes muchos
            años. Colcha 30 Noviembre de 1780.


                    Besa la mano de vuesas mercedes su rendido y afecto capitán.
                                                                   Feliciano Paz y Lazo
                                                                             (firmado)


            (Al margen: Carta escrita por Areta cura de Velille, en 1º de Diciembre de
            1780, avisando el infeliz estado de Chumbivilcas, que el rebelde entró el día
            27, robó la casa del corregidor, amenazó a los indios).







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