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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            frai Pedro de la Sota en aquel tiempo Provincial de la Merced, el reverendo
            Padre Maestro frai Luis Quadros, Prior de San Agustín, el reverendo Padre
            frai Pedro Ossete ex-Guardian de Nuestro Padre San Francisco, el reverendo
            Padre Maestro frai José Espinoza, el reverendo Padre Regente frai Ygnacio
            de Bargas y del Cabildo Eclesiastico el señor Arcediano doctor don Simon de
            Villalba, el señor doctor don Francisco Xabier Calbo y Antequera, dignidad
            de Chantre de esta Santa Yglesia y otros que no bienen a la memoria. De la
            milicia el Comandante del Quartel don José Leon y los demas de los oficiales
            a quienes por estar recien llegados de Lima no conocí por sus nombres. A mas
            de estos el doctor don Diego Calderon Cura Rector de la Cathedral, el doctor
            don Eugenio Hermosa tambien cura de la Cathedral y el doctor don Ygnacio
            de Castro Cura de Checa y Rector del Colegio de San Bernardo, fuera de otros
            muchos religiosos de todos ordenes y clerigos que no me acuerdo, pero tengo
            muy presente que al despedirse vuesa señoría ylustrisima nos encargó con el
            mayor bigor que no descaesiesemos un punto de instruir a los reos en que la
            doctrina explicada por vuesa señoría ylustrisima hera la mas importante, por
            que no podían salvarse dejando con su silencio las pesimas resultas indicadas.
            Asi supe que lo hizieron todos y por lo que a mi toca executé el orden de vuesa
            señoría ylustrisima con José Gabriel y me dixo no remorderle ya otra cosa que
            haverse olvidado quando entró vuesa señoría ylustrisima a visitarlo de pedir el
            perdon por los deseos y determinacion que havia tenido de matar a vuesa se-
            ñoria ylustrisima, y que yo en su nombre lo fuese a hacer. Esto mismo me repi-
            tio con lagrimas al salirme y yo se lo signifiqué asi a vuesa señoria ylustrisima
            aquel mismo dia.— Lo notorio aunque lo sea casi generalmente puede serlo
            mas y para aumentar los grados de notoriedad, no esta demas el manifestar lo
            cierto, no solo vociferando o escrihiendolo, sino aun dandolo a la Prensa.
                    Por lo que despues de contextar el asunto principal de la antecedente
            de vuesa señoría en obsequio de la verdad, no puedo dexar en cilencio lo que
            sigue en respuesta a lo que desea saber vuesa señoría ylustrisima de mi.— Ym-
            ponderables e indecibles son el zelo, aplicación y desbelo con que vuesa seño-
            ría ylustrisima en cumplimiento de su pastoral oficio y servicio al soberano
            apuró su fidelidad a solicitar de todos modos los medios conducentes a apagar
            la entonces succitada y ahora extinguida rebelion. Luego que principio ésta
            juntó vuesa señoria ylustrisima su Cabildo a todos los prelados y religiosos de
            respeto, prudencia y literatura de cada religion, a fin de tomar despues de bien
            refleccionados los arvitrios para sosegarla, recibiendo los pareceres dócil y



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