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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            la amenaza del Corregidor de ahorcarlo sino le satisfacía algunos tercios de
            tributos, como se decía en el Cuzco en tiempo de la sublevacion, es verosimil
            que por este desaire cumpliese su proyectado pensamiento; valiendose, como
            se valen los trahidores de defender la libertad publica.— No me resta señor
            sino producir los serbicios que vuesa señoría ylustrisima hizo a favor de la re-
            ligion y del estado. Despues que se separó el Revelde del pueblo de Quiquijana
            quando vino aprender al corregidor de dicha provincia me encaminé al de
            Urcos, en el que me mantuve hasta el veinte y seis de diciembre del mismo año
            y así me constan las importantísimas ordenes para la extincion de la revelion,
            que comunicó vuesa señoría ylustrisima al cura de dicho pueblo. Luego que
            se supo en el Cuzco la derrota de la tropa en el pueblo de Sangarará, mandó
            vuesa señoría ylustrisima propio con carta circular para que los curas no des-
            emparasen sus doctrinas bajo la pena de excomunion mayor y que predicasen
            contra la revelion lo que valio mucho para que este pueblo se mantubiese fiel
            y no se pasase al partido del revelde, como lo manifestaron sus moradores, en
            una irrupcion que hicieron los amotinados manteniendose con su cura en el
            sementerio de la yglesia sin dar oído a los requerimientos que les hacían.—
            Los cedulones de excomunion que despachó vuesa señoría ylustrisima para
            que se fixasen en las yglesias contra el Revelde y sus sequaces, acreditan que
            en lugar de aprobar vuesa señoría ylustrisima la revelion la castigava con las
            armas de la Yglesia. Yo en el pueblo mencionado de Urcos fixé el zedulon
            que remitio vuesa señoría ylustrisima a don Pedro Santistevan cura de dicha
            doctrina y pasé otro tanto de él a la doctrina de Quiquijana en virtud de la
            orden de vuesa señoría ylustrisima.— No contento vuesa señoría ylustrisima
            con dar estas pruevas de su zelo para la religion y fidelidad para el rey nuestro
            señor, mandó tambien al dicho don Pedro Santistevan que lo noticiase las no-
            vedades que corriesen en su doctrina para que la Junta de Guerra pudiese dar
            las ordenes mas oportunas pues por la diversidad de noticias, no se tomaban
            aquellos medios correspondientes; esto seria suficiente para que en ningun
            tiempo se pudiese sospechar de la lealtad de vuesa señoría ylustrisima pero
            en ninguna ocasion dexó vuesa señoría ylustrisima de manifestarla haciendo
            adestrar a la cleresia en el manejo de armas y contribuyendo con ella cerca de
            treinta mil pesos para el socorro de la tropa que pudo levantarse, mandando
            oficios oportunos a la Junta con las cartas de los curas y haciendo rogativas
            publicas misiones y otros actos de piedad que se continuaron varios meses e
            hicieron que las gentes advirtiesen que el Revelde iba contra Dios y la religion



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