Page 244 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 5
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Volumen 5
La defensa del obispo Moscoso: Cargo 10º
por contrario al rey, a la religion y por tal indigno de la comunicacion de los
fieles, mandando cartas circulares a todos los curas para que fixasen los cedu-
lones y no se moviesen de sus doctrinas, haciendo conocer a sus feligreses que
aquel yndio los engañaba: Diligencias tan importantes que a ellas indubitable-
mente se deve el que no se huviesen contagiado muchas provincias. Tampoco
pudo vuesa señoria ylustrisima haver conocido antes a Tupa Amaro y para mi
es prueva demonstrativa de ello que en todo aquel dia en que se tubo la noticia
cierta, y aun en los dos siguientes en que vuesa señoria ylustrisima no descan-
só ni un instante, ya en librar ordenes a las provincias, autos a los monasterios
y religiones, para que doblasen sus oraciones al cielo, haciendo publicas roga-
tibas, providencias a los curas de las provincias de la ciudad y clerigos y otros
expedientes que a cada paso se ofrecian no podia vuesa señoría ylustrisima
fixar en su imaginacion ni tener en la memoria el apellido de Tupa Amaro
incognito hasta aquellas sircunstancias y quando se ofrecia tratar de él fue
necesario muchas veces que o el escribiente o alguno de los que asistían a vue-
sa señoria ylustrisima le sugiriese el apellido para que vuesa señoria ylustrisi-
ma prosiguiese dictando lo que ocurría. Aun reparé que le sucedió a vuesa
señoria ylustrisima lo mismo una u otra vez en la dilatada secion que en uno
de aquellos mismos dias tubo vuesa señoria ylustrisima con su cabildo, clero y
religiones que juntó en su Palacio con el fin de manifestar a todos la escases en
que se hallava la Caja Real y la obligacion que les corria a todos de socorrer
esta urgencia aunque fuese bendiendo los basos sagrados de las yglesias, con-
siguiendo vuesa señoria ylustrisima mediante su fervorosa exhortacion y la
oferta que hizo de apromtar por su parte por la de sus tres monasterios y su
Catedral doze mil pesos el que se socorriese el erario con cerca de treinta mil,
ofreciendo vuesa señoria ylustrisima que fiaria el dinero a los que de promto
no lo tubiesen con lo que animados no dudaron dar pruevas de su lealtad al
soberano y deseos de complacer a vuesa señoría ylustrisima.— A la tercera
pregunta digo que para mi y segun lo que observé en la provincia de Tinta en
cuia jurisdiccion esta cituada la doctrina de Pichigua de que fui cura coadju-
tor, logrando algun tiempo ser subdito de vuesa señoría ylustrisima el unico y
total principio y origen de haverse determinado Tupa Amaro a levantarse y
ahorcar a don Antonio Arriaga, fue el genio de este desdichado cavallero. No
es posible señor ylustrisimo exponer el grado de desesperacion a que havian
llegado aquellos provincianos.— Con sus violencias, palos, azotes, carceles,
obrajes, empellones, atropellamientos, seberas conminaciones eran su lenguaje
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