Page 928 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen 4
Conclusión de la rebelión
Resulta igualmente justificado el zelo y amor al Soberano, que tambien
manifestó en las pasadas sublevaciones del Perú suscitadas por el Cacique Jo-
seph Gabriel Tupac Amaro en cuya ocasión, con sus exhortaciones y diligen-
cias en la principal de la Provincia de Chumbibilcas, reduxo al cumplimiento
de sus deberes á Don Juan Zubizarreta, nombrado Justicia Mayor por el Re-
belde, y á los demás Españoles de aquellos Pueblos, enviándolos á la Ciudad
del Cuzco con el preciso auxilio de víveres y cabalgaduras, de que dió cuenta
al Presidente de la Junta de Guerra, establecida en aquella Ciudad, con otros
avisos importantes al Real Servicio; y por este medio se logró cortar el consi-
derable auxilio de nueve mil Indios, y dos mil Españoles que se disponian ya
á caminar, y unirse al Rebelde, que los esperaba en la raya de Vilcanota, con
el fin de quitar la vida á los que no les siguiesen, y apoderarse de los Reales
tributos. Continuando sus buenos oficios, no solo repitió las exhortaciones
para que todos se mantuviesen fieles, sino que noticioso de la fuerza y empeño
con que la Cacica de Acos combatia el puente del rio Pilpinto para internar
á la Provincia de Paruro, y de no haber en aquel sitio tropa bastante para su
defensa, despachó ciento y veinte y nueve hombres, socorridos para quince
dias con el prest de dos reales diarios, mediante lo qual se logró repeler aquella
invasión; y asimismo envió posteriormente otros ciento y cinco hombres uni-
formados á su costa, y con las competentes provisiones de boca, á tiempo que
el Rebelde se presentó en los altos del cerro de Piccho para batir la Ciudad del
Cuzco; habiendo sido por estos oportunos y recomendables servicios uno de
los que mas se señalaron en procurar contener á los rebeldes, y consiguiente
tranquilidad de aquellas Provincias.
Con Documentos justificativos de los expresados méritos informó de
ellos el Virey del Perú Don Agustin de Jauregui, en carta de diez y seis de Di-
ciembre de mil setecientos ochenta y dos, y en su virtud se libró Real órden
con fecha de veinte y cinco de Setiembre de mil setecientos ochenta y tres,
para que manifestando al mencionado Religioso la satisfaccion con que S.M.
habia oido los particulares servicios que habia hecho en beneficio de la paci-
ficacion general de aquel Reyno, propusiese el propio Virey, de acuerdo con el
Señor Visitador general Don Jorge Escobedo, la gracia que pudiera hacersele,
á efecto de premiar como correspondía tan distinguido merito.
A consequencia de esta Real órden remitió el Virey, Caballero de Croix,
con carta de cinco de Setiembre de mil setecientos y nueve, copia certificada
del informe que, para executar el suyo, pidió al Regente de la Real Audien-
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