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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            visitar al declarante y a Don Manuel de San Roque que se hallaba igualmente
            preso, acompañada de Don Juan Antonio Figueroa, Fernando, el hijo menor
            del Rebelde, Diego Ortigosa y Romualdo, cuyo apellido ignora, que se halla a
            la sazón en este ejército de soldado, y algunas mujeres que no tiene presente;
            y los expresados Figueroa. Ortigosa y Romualdo sirvieron de intérpretes, y
            le aclararon lo que decía Micaela Bastidas en lengua india, por no entenderla
            el que declaraba, diciendo: Que hacia más de tres años que tenía proyectada,
            su marido, la sublevación del Reino; que cuando se restituyó de Lima, habló
            al paso por Huarochirí con los caciques de dicha provincia, tratándoles sobre
            la misma sublevación; que cuando se regresó de Lampa, el rebelde dijo a este
            declarante que había escrito a Lima a su apoderado Mariano (Barreda), que lo
            dejase todo por la mano, y se viniese con él a Tinta; que en otra ocasión oyó
            decir al Rebelde, a su mujer, u otro de la casa, que no tiene presente, que un
            tal Montiel, cajonero o mercader en Lima, había habilitado al rebelde Túpac
            Amaro con ocho mil o más pesos, y que había escrito a éste se viniese con él a
            Tinta.
                    Preguntado: si tiene presente o ha oído decir haya algunos otros cóm-
            plices en esta sublevación? Responde: que no sabe positivamente haya más
            cómplices, que los que constan a todos generalmente. y que lo que lleva decla-
            rado es la verdad, y lo que sabe bajo el juramento que fecho tiene; en que se
            afirmó y ratificó. Leída esta su declaración, dijo: no tenía que añadir ni quitar
            en ella, que no le comprenden las generales de ley, que es de edad de treinta
            y cinco años, poco más o menos; y lo firmó con dicho Señor Mayor, de que
            certifico.- Cuéllar.- Bernardo de la Madrid.- Pedro de Alarcón y Moscoso.
                    Incontinente en dicho día, mes y año, yo el referido Mayor General
            hice comparecer ante mí a Romualdo Ordóñez, citado en la antecedente de-
            claración; y juramentado según ordeñanza, ofreció decir en lo que supiere y
            fuere preguntado; y siéndolo al tenor del auto antecedente, dijo;
                    Que estando el declarante preso por Túpac Amaro, en el mismo cuarto
            en que lo estaba también Don Bernardo de la Madrid, entró Micaela Bastidas,
            mujer del Rebelde, acompañada de Don Juan Antonio Figueroa y otros que
            no tiene presente; y dijo a la Madrid, en lengua, que desde ahora cuatro años,
            tenía pensado su marido y ella hacer esto mismo con el Corregidor Repáraz;
            y que porque era bueno, y no le cobraba los tributos, y le regalaba hasta za-
            patillas, no lo había ejecutado por entonces. Que cuando le fué a cobrar la
            Madrid y otros por lo que debía en Lima, que le habían habilitado, estuvo el



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