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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
Preguntósela, si no sabe que algún eclesiástico le auxiliase a su marido;
dice: no sabe. Repreguntósela, cómo dice no sabe, cuando resulta de estos au-
tos que el cura Maruri, por declaración de su marido, le enviaba gente; y dice:
que no sabe cosa alguna.
Manifestósela un lienzo en que está retratado su marido, a caballo, con
insignias reales, para que diga quién lo pintó, quién dió este pensamiento, con
qué fin lo retrataron; y dice: ser cierto el retrato de su marido, con las insig-
nias reales, que lo pintó un zambo Antonio (Oblitas?), que se hallaba preso, a
quien se lo mandó pintar su marido; diciendo que por si lo mataban, quedaría
este retrato para memoria de los Túpac Amaro; que el pensamiento fué de su
marido, y que el fin era para que lo viesen en las provincias, y después enviarlo
a España.
Preguntósela, si todos los parientes de él y de ella estaban ligados, para
defender esta empresa, con juramento o de otro modo; y dice: estaban todos
unidos a ayudarse, pero no sabe si con juramento.
Hiciéronsela otras preguntas y repreguntas; y dijo: no sabe otra cosa, y
que esta es la verdad, so cargo del juramento que tiene fecho; en que se afirmó
y ratificó, y siéndole leída esta su confesión, la queda abierta, para los efectos
que convengan; no lo firmó por no saber, firmólo por ella Don José Brito con
Su Señoría; de que certifico.- (Rúbrica de Mata Linares).- Por la declarante,
José de Brito.- Manuel Espinarete López.
Cuzco, 1° de Mayo de 1781.- Respecto a que Micaela Bastidas se halla
negativa en muchos cargos que de la sumaria constan con ella, caréesele con
los testigos que han depuesto.- (Rúbrica de Mata Linares).- Manuel Espinarete
López.
En dicha ciudad, el mismo día, mes y año, Su Señoría, para efecto de
carearlos, hizo comparecer, ante sí, a Micaela Bastidas y a Mariano Banda,
presos en este cuartel, a quienes recibió juramento, por Dios Nuestro Señor y
una señal de cruz; y habiéndolo hecho, como se requiere, y prometido decir
verdad, preguntó Su Señoría a dicha Micaela, si es cierto (lo que) expresó el
enunciado Mariano (Banda) que a José Gabriel Túpac Amaro, su marido, le
habían abierto los ojos en Lima; que de vuelta de aquella ciudad, había empe-
zado a juntar plata para este alzamiento; el que trató con dos hombres y otros
de letras, en dicha ciudad de Lima; y éstos constantemente escribieron a su
marido, que cuándo comenzaba la obra?, respondiéndoles éste en el último
correo, antes que comenzase la Rebelión, diciéndoles: «iba a empezarla». Y
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