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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
Preguntósela, si no está presa por otra causa, responde que no. Hí-
zosele cargo cómo dice no estar presa por otra causa, cuando consta haber
levantado armas juntamente con su marido; responde: que no ha sido contra
el Rey ni contra la Corona.
Preguntósele, qué motivo tuvo su marido para haber muerto a su Co-
rregidor, siendo su superior; responde: que le dijo su marido de que el Corre-
gidor quería ahorcar a Pedro Mendigure, y a su marido (José Gabriel Túpac
Amaro).
Preguntósela desde cuando le comunicó a su marido el pensamiento
que tenía; responde: que no supo ni le comunicó su marido cosa alguna, hasta
después de preso el Corregidor. Hízosele cargo cómo dice no supo nada, hasta
después que estuvo preso el Corregidor, cuando consta así por declaración de
su marido, como por otras varias, que tuvo noticia mucho antes; y que aún
habiéndose querido levantar su marido, el día dos de Octubre, ella le dijo lo
suspendiera todavía; dice que su marido se lo dijo, cuando vino a ser Corregi-
dor Arriaga; y que entonces la avisó su marido que tenía cédula del Rey, para
prender a los corregidores.
Preguntósela, si esta misma intención .que la comunicó su marido, la
avisó o la había participado a otra alguna persona: y dice: no le ha dicho cosa
alguna, y sólo la dijo, se lo había avisado a Diego Túpac Amaro, y que su ma-
rido la trataba siempre con rigor.
Preguntósela qué fué lo que la comunicó su marido y dice: que sólo
fué el quitar repartimientos, corregidores, alcabalas, aduanas y otros derechos;
pero que nunca fué contra el Rey, ni pensó cosa semejante.
Preguntósela, que por qué no (le) disuadió entonces de este pensa-
miento, y viéndolo pertinaz, no se huyó y se retiró; dice: que aunque le disua-
dió, él le echaba a pasear, y aún varias veces la quiso golpear por esto; que no
se huyó, porque no podía; que aquí (en el Cuzco) tiene parientes, y deseaba
venirse con ellos. Hízosele cargo de la respuesta antecedente, cuando consta
que en ausencia de su marido, ella quedaba mandando, daba las órdenes para
juntar la gente, y aún salió varias veces con gente; y dice: es cierto que quedaba
dando órdenes, pero era, porque su marido lo mandaba; y que los escribanos
eran los que ponían las órdenes, y que sólo salió a distancia de tres o cuatro
leguas; y que no se podía venir por la mucha gente que había de centinela.
Preguntósela, cómo teniendo tanto deseo de venirse, no se huyó cuan-
do vino a Piccho, pues varios se vinieron entonces; y dice: que entonces estaba
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