Page 62 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen 4
Conclusión de la rebelión
Señoría, de que doy fe.- (Rúbrica de Mata Linares).- Francisco Molina.- Ma-
nuel Espinarete López.
DECLARACION DE DON FRANCISCO CISNEROS.- Inmediata-
mente compareció ante Su Señoría, Don Francisco Cisneros, vecino de Sicua-
ni, del cual tomó y recibió juramento, por Dios Nuestro Señor y una señal de
cruz, y habiéndose hecho según derecho, y prometido decir verdad, siendo
preguntado al tenor del auto que va por cabeza, dijo: Que conoce a Micaela
Bastidas, y que en el tiempo de cinco meses que lo tuvieron preso en los pue-
blos de Tungasuca y Tinta, observó que Micaela Bastidas daba órdenes por
escrito y de palabra a las provincias rebeldes, para que aportasen gente, para
posesionarse de estos dominios, con más vigor que su propio marido, impo-
niéndoles pena de muerte sino concurrían a ello. Dictando algunas (órdenes)
el testigo (fué) reconvenido por la dicha, de que lo había librado de la horca
y de la muerte que querían darle los indios y a toda su familia; pero las más
de las dichas órdenes las encaminaban los escribientes Ortigosa, Bermudes,
Banda, Galleguillos, Berdejo y un Esteban (Escarcena), algunos borradores
que habían firmado y los que dictó el declarante los repudiaban y volvían a
hacer de nuevo, diciendo no estar conformes a sus intentos; fomentando la
dicha (Micaela) de palabra y con dádivas a los indios, para atraerlos, a su par-
tido, a que concurrían los expresados con los demás parientes y obligados del
Rebelde. Y que esto es lo único que sabe y puede decir, y la verdad bajo del
juramento que tiene fecho, en que se afirmó y ratificó. De ser de edad de cua-
renta y siete años: firmólo con Su Señoría, de que doy fe.- (Rúbrica de Mata
Linares) - Francisco de Cisneros.- Manuel Espinarete López.
DECLARACION DE DON MANUEL DE SAN ROQUE.- Inmedia-
tamente compareció ante Su Señoría, Don Manuel de San Roque, del cual
tomó y recibió juramento, que hizo por Dios Nuestro Señor y una señal de
cruz; y habiéndolo hecho según derecho, y prometido decir verdad, siendo
preguntado al tenor del auto cabeza de proceso, dijo: Conoce a Micaela Basti-
das, y que en el tiempo de dos meses y cinco días que lo tuvo preso el rebelde
Túpac Amaro, observó que Micaela Bastidas, su mujer, daba varias órdenes de
palabra a los indios concurrentes, todas enderezadas a la conspiración que el
Rebelde había maquinado, excitando a los indios a que se pusiesen en arma,
fomentándoles con plata, coca y otras especies comestibles. Y que aunque se
presentaban varias quejas de agravios que hacían los indios a los españoles
y mestizos, jamás se vió se aplicase remedio para contenerlos. Que por las
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