Page 58 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
P. 58

Volumen  4
                                                                      Conclusión de la rebelión
            estuvieron hasta el dia posterior, en el que de concierto con Tupac Amaro, y
            en la misma hora, salieron respectivamente de sus quarteles, y despues que
            ya tenian acordonada la Poblacion, la embistieron por todos lados. El ataque
            fue impetuoso, y tan osado que parecia increible a qualquiera que no haya
            presenciado. Toda su Cavalleria que fue numerosa acometío por la parte de la
            Laguna, y logró cortar todo el Ganado que los Pastores no tuvieron lugar de
            arrear a lo interior de la Poblacion.
                    De antemano tenia ya colocadas en las trincheras interiores, y en las
            de afuera las respectivas Compañias de Lanceros, apoyadas de los Piquetes de
            Fusileros necesarios para su defensa. Los castillos de Guausapata y Santiago,
            a cuidado aquel del Teniente de Artilleria Dn. Antonio Urbina, y éste al del
            Capitan de los mismos Artilleros Dn. Martin Terrova, tenian separadamente
            una culebrina: y el primero dos Pedreros, y el segundo con balas de su calibre
            y metralla suficiente para jugarlas segun la ocurrencia de los lances; lo que
            tambien dispuse en el de Santa Bárbara que aunque no enteramente acabado
            como se ha dicho por las razones expuestas, le puse al cuidado del Alferez de
            Artilleria Dn. Martin Xavier de Esquiros con una Culebrina, señalando para
            cada uno de ellos los Piquetes de Fusileros necesarios con un proporcionado
            numero de Lanceros. Las Compañias de Cavallos mande apostara las orillas
            de la Poblacion, y contemplandolas diminutas y sumamente deterioradas por
            la total escacez de forrajes para mantenerlas, las di orden expreso de mante-
            nerse en sus Puestos señalados, sin otra maniobra que la de contener la de
            los Enemigos, estándose a la defensiva. Dentro de la misma Plaza quedaron
            otros dos Pedreros, y una Culebrina al cargo del Teniente Coronel de Lampa
            y Comandante de Artilleria en esta Dn. Francisco Vicente para ocurrir donde
            instase mas la necesidad.
                    Con estas disposiciones, y la experiencia antecedente del metodo que
            han observado en los Yndios diferentes ataques que ha sufrido esta Villa, me
            juzgué fuera de cuidado, y me prometia rechazarlos con igual brevedad y for-
            tuna. Pero animados unos de otros con la presencia de sus primeros Generales
            y llenos de todo el orgullo y confianza que les inspira la fácil conquista de las
            Provincias de Cicasica, Pacages y Chucuyto, se arrojaron con brabura y feroci-
            dad. Yntentaron forzar las trincheras inmediatas al tambo de Santa Rosa; pero
            no lo consiguieron por el fuego que les hizo el Castillo vecino de Santiago. Por
            la parte superior de la Poblacion y bajo del Cañon de Guausapata, se habian
            ya internado hasta la Calle de las Casas del Lizenciado Mogrovejo; y al propio



                                                57
   53   54   55   56   57   58   59   60   61   62   63