Page 487 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
P. 487
Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
de hallarse indefensos y acabariamos con sus vidas. Bolviose a despachar al re-
ferido Capellan para disuadirlos de su desconfianza; pero despues que trabajo
bastante no pudo recabar de ellos otra cosa, sino de que al dia siguiente darian la
respuesta que contemplasen oportuna, en cuyo estado no se dió paso por haver
cerrado la noche.
Esta se pasó en la misma conformidad que las antecedentes, aumen-
tando la vigilancia, guardias, y centinelas, por lo que no experimentamos mas
incomodidades que la continuacion de sus gritos; y quando al dia siguiente es-
perabamos la respuesta ó nuevo acontecimiento para el que no faltaba valor en
los oficiales, ni disposicion en la gente por desempeñar los cargos respectivos,
tuvimos el dolor de verlos retirarse sin poderlos perseguir para dexarlos entera-
mente castigados por la mala situacion del terreno.
De este modo se dispusieron las tres funciones de los dias referidos,
consistiendo toda nuestra fuerza en 400 hombres, inclusos los oficiales; hasta
117 bocas de fuego servibles; 200 y mas lanzas; un pedrero que es el mismo
que entregaron los de Mojo, 3 mil cartuchos. El numero de los Rebeldes que
nos persiguieron se asegura por declaraciones contextes pasan de ocho mil. Sus
armas se componian de 12 a 14 fusiles, muchas lanzas, palos y hondas.
El 2 de Abril no se divisaba yndio alguno, y aunque varias noticias ase-
guraban su regreso con mayor numero, nos incomodaban poco porque ya em-
pezabamos a recibir los auxilios de Guancané, Vilques Chiquito, y el dia 3 el que
el cirujano Dn. Josef Villanueva pudo proporcionar desde Azangaro con Fer-
nando Huamanvilca y Tomas Mullupuraca o fuese por este auxilio, o por el que
venia de Puno y Vilques, de Lampa, o por que escarmentados del castigo que
acababan de recibir, se atemorisasen los Rebeldes no bolvieron a incomodarnos;
con cuyo acontecimiento haviendo antes examinado las cumbres de las Monta-
ñas que nos dominaban, resolvimos salir del Campamento de Mojo, como en
efecto lo verificamos el dia 5 en dos trozos con el mejor orden que se pudo con
el designio de perseguir a los Rebeldes, que segun contextas noticias se hallaban
algunas con Puntas no muy distantes de nosotros. Pero haviendo comunicado
aquel dia con cuidadosa diligencia, no pudimos averiguar fijamente la derrota
que tomo aquella canalla, a excepcion de la de Pedro Vilca Apasa que havia to-
mado la ruta de Putina, por lo que acampamos en el Santuario de Rosapata.
Al siguiente dia seguimos el camino de Putina, con el designio de ave-
riguar el paradero de Vilca Apasa; y al mismo tiempo de nuestra marcha se in-
corporó el auxilio que trajeron de las Provincias de Lampa el teniente de Navio
486