Page 478 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen 4
Conclusión de la rebelión
el caudal legitimamente poseido como lo vemos en muchos que mexclando su
dinero bien habido con el usurpado, lo han perdido todo hasta el extremo de
mendigar. El Erario Real no ha sido menos perjudicado porque ademas de los
tributos, alcabalas y otros derechos que no se han podido reintegrar a causa de la
revolución ha sido inmensa la salida que ha tenido y todavia tiene con los gastos
precisos de las resultas, a que no se puede negar; y como tan acreedor es el Rey
a sus intereses, como los particulares y aun mucho mas porque el Patrimonio
Real es bien comun y sagrado porque de él subsisten las Yglesias, sus ministros
y aun la misma fé, que se corrompiera si el respeto de un Soberano Catolico no
la perservara con las armas, es demasiado notoria la obligación que hay sobre
la restitucion o compensacion por esta parte. Los discursos que pueda formar
la ignorancia o ambición, no pueden dejar la mas leve opinión contra la ley, y el
unico medio que resta para no gravarse los que han intervenido en las substrac-
ciones, es arreglarse al dictamen de sus pastores y prelados todo lo demas es un
camino muy ancho para el engaño y la condenación eterna.
Bien considerado tenía yo este articulo quando resistí en el pueblo de
Siquaní en presencia del Dr. Dn. Antonio Valdez, recibiros el obsequio de dos
mil carneros que con repetida instancia me ofrecisteis agradecido a mis oficios,
aun despues de haber rechazado vuestro intento mi mayordomo. Como yo ha-
bia procedido conducido solo de la caridad y celo por la Religion y Estado, os
dije que habia postergado siempre semejantes gratificaciones asi con los españo-
les como con los yndios, a cuyo favor habia exterminado en las visitas muchas
imposiciones obencionales, y con esta ocasion os di el santo consejo a que esta
se dirige explayandome al explicaros los daños que habian padecido las ygle-
sias, Monasterios y Conventos con muchos particulares en sus haciendas como
tambien el Rey en todos los ramos que tengo expresados. Entonces con mas
difusion que ahora os persuadi a la devolucion de todo lo que tuviereis habido
con motivo de la turbacion pasada, diciendo como cierto que no solo estabais
obligado por aquello que hubiese entrado en vuestro poder, sino por todos los
perjuicios de otros en que hubieseis consentido o por vuestra causa se hubiesen
ocasionado y que esta satisfaccion la hicieseis poniendo todo lo adquirido en
manos del Sor. Inspector General. Este mismo pensamiento me ha hecho donar
a la Real Caxa las mil cabezas que me remitisteis con Juan Josef Serrano. Hicime
cargo de que siendo responsable a ella qualquier especie adquirida en las ocu-
rrencias pasadas no debia quedar esta sin reato de conciencia; y aun prescin-
diendo de semejantes miras desearia mayores caudales para poner a los pies del
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