Page 474 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen 4
Conclusión de la rebelión
Villanueva pidió por ellos y los perdonó. En breve saldremos de este infiermo
para Azangaro y Vilques para restituirnos a esa ciudad, pues ni los soldados,
ni oficiales tenemos como poder subsistir. Aunque los yndios arriaron todo el
ganado, no nos ha faltado que comer, porque hemos encontrado en los ranchos
de los yndios fugitivos algunas gallinas y cochinitos de que vamos susbsistiendo.
Nuestra Señora del Rosario nos ha favorecido infinito y en particular a
mi, pues no he percibido golpe ninguno, siendo raro el que no esté herido de
piedra, palo, rejonazo, o balazo. Al negro le quitaron la mula y escapó a pié solo
con el rejón en la mano. Un mes cabal hace de que no nos desnudamos. Apenas
he podido conseguir este poco de papel para escribir y lo ejecuto sentado en el
suelo y sobre un tambor. Participa a mis amigos todo lo que te refiero para que
nos ayuden a dar a Dios las gracias de un triunfo tan cumplido. Mojo y Abril 4
de 1782.— Pablo Angel de España.
(P.L.R.C. NY., Paz, Tomo II).
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