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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
ovejas; y él está puesto en la Yglesia que gobierna como el contraste de la verdad,
lo que me cansaré de repetiroos y mas ahora que toco un punto tan importante
a vuestra justificación, que sino lo resolveis como debe ser, y os enseña no habra
Sacerdote que os absuelva; pero qué habeis avanzado aunque os absuelvan sino
lo hacen con aquella disposicion que es necesaria para lograr del Sacramento?.
De qué os servirá que nos absuelvan en la tierra, si para con Dios quedais liga-
do?. Eso sería contraer otra nueva culpa con la horrenda circunstancia del sacri-
legio y manchase mas con el mismo Sacramento de remision que debia limpiar.
No sea pues asi, hijo mio; haced de los bienes terrenos y eternos el justo
cotejo que merecen y si estimais los primeros, solo sea quando no sirven para
perder los segundos. Que le importa al hombre poseer en el Mundo todo y sus
riquezas, si ha de ser detrimento y perdida del alma? Podrá darse por este precio
equivalente que no sea la sangre de Christo? Este Señor por nuestras almas na-
ció y vivió pobre, despreciando todos los haberes del Mundo, aun siendo suya la
tierra y quanto hay en ella; y nosotros hemos de vender una alhaja tan preciosa
por el vilisimo interes de unos metales corruptibles, como son el oro y la plata?.
Pero ya parece que me aleja esta deprecion del objeto que os iba tocando; quiero
decir hijo mio, que no faltaran torpes aduladores que os digan, no estan obli-
gados los naturales a restituir lo que han logrado en los movimientos pasados
por haberlo tomado en guerra. Esta es una proposicion temeraria y por lo que
suena es preciso explicaros lo que es justo o injusto. Todo lo que se toma por
despojos de guerra justa funda título, como quando una Potencia disputa con
otra algun derecho, y aun en este caso queda muchas veces sentida la conciencia
de algunos de los dos Monarcas que toman las armas, porque las razones en que
se fundó para ofender al otro no son muy solidas y seguras; pero esto no tiene
que ver con una rebelion como la pasada a que os instó con violencia vuestro
hermano Josef Gabriel, segun lo habeis protextado. Esta es una Guerra injus-
ta de todos modos, porque se dirigió a negar la obediencia al Rey legítimo de
estos Dominios, o corregir los desordenes que se reputaron por tales sin tener
para ello facultad los vasallos. En esta accion han sido ofendidos muchisimos
particulares, pueblos y ciudades que sin culpa han perdido sus caudales y vidas
hallandose inocentes. La sangre que se ha derramado ha corrido como suia; por
ella han sido ya perdonados los agresores mediante las piedades del Rey, y tam-
bien en el Tribunal de Dios pasará esta remision, si la penitencia es como debe
ser satisfechas las partes agraviadas en todo aquello que se pueda. Pero aqui esta
la dificultad, porque basta solo un pero para contaminar la conciencia y acaso
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