Page 340 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen  4
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            de un año ó dos que trabajan: por cuya razon se quedan muchos en él, ya por
            enfermizos ú tullidos, ya por no tener con que costear el regreso, á causa de
            que sus respectivos patrones no les satisfacen sus jornales, como es correspon-
            diente, y manda S. M.; sucediendo lo mismo, con los destinos al trabajo de
            Guancavélica. Mientras otros cuyas ocupaciones se agarran los corregidores
            lo poco que dejan los naturales, y los rematan por repartos, y no por tributos,
            que los cobran á los caciques; que siendo de buen obrar y no usureros como
            los otros, salen quebrados y destruidos en pagar por los que no· pueden, por
            diferentes cargos hechos á sus naturales.
                   Tampoco se pagan á los pongos, mitayos, muleros, ni otros servicios
            que los naturales hacen á los corregidores, tenientes, y caciques, ni menos lo
            egecutan los curas, quienes solo andan vigilantes en estrechar por crecidos
            derechos parroquiales y funerales, que exigen sin arreglarse á los aranceles
            de sus prelados, porque no mandan ellos la cobranza de 200 pesos, y 300 que
            muchas veces cobran por entierros: dejando algunos bienes los que mueren,
            sin tenerse presentes á sus forzosos herederos, é hijos legítimos y deudos, por
            interpretar, que la mas forzada heredera es su alma: llevando 100 pesos mas
            ó menos por las fiestas, de 20 á 30 pesos por los derechos de casamiento, que
            en algo se han moderado en estos últimos tiempos. Cuyos excesos no se han
            empleado en culto divino, á que se debian aplicar, sino para las vanidades y
            fantasias que gastan los curas, sus deudos y familiares, que á parte mandan
            hilar y teger con las mitanas solteras, guallpachos y depositadas: sin escusar
            bacer casamientos involuntarios, atribuyendo ilícitas correspondencias, que
            muchas veces no las mantienen, y esto es por la percepcion de los derechos.
            Con este mismo fin obligan los curas á los dolientes á beneficiar las ánimas
            de los difuntos, y á que hagan otras devociones, aun sin tener facultades para
            ello, ni con que mantenerse á veces: y aunque es verdad que hay algunos curas
            ajustados, pero estos son tan raros, que de ciento habrá uno ó dos cuando
            mas; pero todos ocupan muchos servicios.
                   La propia infausta fortuna corren los naturales, guardianes de gana-
            dos, que con el título de septimas ocupan los caciques: estos tambien nombran
            con demasia indios mitayos para Potosi, los cuales, teniendo algun posible de
            pagar dinero, por libertarse de este viage, lo perciben los caciques para su
            provecho, y despachan otros en lugar de los pagantes: asimismo hacen ocul-
            taciones de tributarios, lo cual si llegan a saber los corregidores por alguna
            casualidad se componen con ellos, y van al partir de engaños. Por consiguiente,



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