Page 338 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen 4
Conclusión de la rebelión
tambien aprovechaban el otro tanto correspondiente á los caciques por sus
afanes y fatigas de cobrar, con quienes solamente hacian firmar los recibos que
les daban hechos, para con ellos dar cuentas, siendo raros los Corregidores
que hacian estas atribuciones á los caciques en el todo ó en parte. A que se
agrega, que en el ramo de tributos usurpaban lo que podían, y habian sabido
componerse con los hacendados, que á costa de una composicion con ellos,
estan infinitos engañando á S. M. considerable suma de dinero, atendiendo á
que son muchisimos los yanaconas de haciendas; como sucede en la provincia
de Paucartambo, y otras que muy raras son las comunidades, por ser todas de
los españoles, á las que se van huidos los naturales de los aillos, por librarse de
tan legítima contribucion de tributos.
Este recomendable interes no ha merecido aquel aprecio que el usua-
rio de los repartos, que tanto se anhela por sus intereses. A fin de sacar el
mayor lucro, rematan y venden los corregidores, como lo mejor de los bienes,
muebles raices, ó ganados en précios infimos, y á los deudores que no los
tienen, despachan como vendidos, ó alquilados al inmenso trabajo de obra-
ges y haciendas distantes, de cocales y cañaverales, donde á la inclemencia
de incomodidades, aires y accidentes, mueren los infelices indios, quedando
aun á perecer las mugeres, hijos y familias. De modo que, cada corregidor no
tira á otra cosa que á hacer y lucrar un opolento caudal en las provincias de
su cargo, dejándolas arruinadas y destruidos á todos sus vecinos españoles y
naturales. Siendo lo mas notable que los mismos deudores, por evitar su en-
carcelacion, se escusaban de ir á oir misa a sus pueblos en los dias de precepto,
porque estas ocasiones lograban los cobradores de repartos, para estrecharlos,
con que se cometia otro error: y lo mismo se practicaba en alquilar ó vender
anualmente sitios y asientos en las plazas de ciudades y villas por medidas de
varas, que S. M. jamas habia utilizado en ello. Y si algunos de dichos agravia-
dos con excesos de repartos, ó por desatenciones y notorias injusticias, hacian
sus recursos á otros tribunales, con esta se acababa de aniquilar, y le cortaban
la cabeza, único fruto que sacaban de quejarse contra poderosos, á quienes se
hace imposible justificar sus graves excesos y desórdenes, en el tiempo de sus
corregimientos. Y si aguardan que acabasen sus empleos para demandarles
en residencia, queda peor el demandante; pues como los jueces nombrados
para tomarlas, y sus respectivos escribanos estan induditablemente coechados
de antemano, les protegen de tal suerte, que les dan cumplidas aprobacions,
haciéndolos dignos para obtener mayores empleos, que solicitan en su virtud;
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