Page 337 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
P. 337

Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            aguardo que la prudente consideracian de V. E. nos dé los arbítrios mas opor-
            tunos, con que dichos naturales queden precaucionados de escrúpulos.
                   Tampoco puedo menos que exponer á la celosa integridad de V. E., que
            dicho mi hermano jamás había intentado perjudicar ni agraviar á los españo-
            les criollos en cosa alguna, segun se reconoce y sabe proponer primeramente
            y ante todas cosas. Y si ha habido incendios de casas, muertes de familias y
            algunos desórdenes de los naturales, aparece haber sucedido esto en algunas
            partes, por haber experimentado ellos los mismos perjuicios por parte de los
            españoles, tanto en las personas, mugeres e hijos, cuanto en todo género de
            bienes, que los exterminaron unidos con los corregidores, aduaneros y chape-
            tones y otras personas contra quien se habia librado la real cédula de S. M. el
            Señor D. Carlos III, que notoriamente se sabe, y se hizo constante por las mis-
            mas cartas escritas por D. Antonio de Arriaga, corregidor, con quien primero
            se habia hecho la justicia ordenada por S. M.
                   Y volviendo al punto de corregidores y sus reparos, debo esponer que
            los curas, y demas eclesiásticos, no quedaban exentos de este gravamen, pues
            eran de los primeros por evitar la indignacion y enemiga que los susodichos
            llegaban á profesar á los que no los tomaban, tratando de vengarse en todo el
            tiempo de su gobierno, por cuantos modos y arbítrios les dictaba la ambición.
            Y de las mulas que se repartian en estas provincias á razon de ellos mismos, se
            servian debalde regularmente; y si alguna vez pagaban fletes á viages distantes,
            sucedia que correspondiendo v. g. 200 pesos por una piara de cargas de estos
            patages á Potosi, satisfacian mucho menos, de lo que lo mas entraba á cuen-
            ta de repartos: con circunstancia de que las cargas se componian de muchos
            arrieros, y no negando estos dentro del término de un mes que se daba de
            plazo, por falta de ganados ó escasez de pastos desfalcaban los fletes, y aprisio-
            naban á los arrieros: y lo propio hacian los paisanos y demas personas que de
            los mismos corregidores se valian para conseguir dichos fleteros, quienes iban
            padeciendo muchas fatigas y agravios en los caminos, especialmente en los lu-
            gares del Cuzco y tránsitos de sus obrages, cuales son Parupugio, Pichuychuro
            y Taray, cuyos presos, porque no se les daba su salarios, se mantenian robando
            de todos los viageros que lo permitian sus dueños, por lo que se quemaron sus
            oficinail, y quedaron sin permanencia alguna.
                   Ellos querian debalde todos servicios, y nunca hacian alguno al Rey
            que no fuese por salario, que muchas veces lo tomaban doblado; como sucedia
            en razon de tributos. que percibiendo el cuatro por dento por sus individuos,



                                               336
   332   333   334   335   336   337   338   339   340   341   342