Page 269 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
P. 269

Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            claramente que de ninguna manera era bastante tan corto número, mayor-
            mente cuando me insinuaba que no podría tenerse en ellos la mayor con-
            fianza, á causa de la desercion que recelaba al retirarse el ejército de aquellas
            inmediaciones. Ya yo habia esperimentado esto mismo en los de guarnicion,
            que al punto que entendieron la resolución del Sr. Inspector de no pasar ade-
            lante, desertaron muchos, sin arbítrios para contener á los de estrañas provin-
            cias que tenia en mi servicio, y que se sugetaban con la próxima esperanza de
            que, á favor de nuestras armas, podrian restituirse á sus casas, subyugándose
            los rebeldes.
                    108. En fuerza de esto, y las dificultades que se tuvieron presentes para
            la subsistencia de la villa, fueron por último de dictámen de que esta se eva-
            cuase, y que las milicias de guarnición y el vecindario saliese de ella al abrigo
            del ejército, para que no quedasen espuestos á las tragedias y horrores que
            cometieron los indios en Chucuito y otros pueblos de la misma provincia,
            concediéndose solo tres dias para prepararse á caminar. Fué grande el dolor
            que me causó esta resolución, pero fué preciso conformarse á ella, y bajé luego
            para dar las órdenes convenientes para la marcha. Es inesplicable la confusión,
            el desórden y llanto que se introdujo en el vecindario, sorprendido de tan in-
            esperada órden; pero á pesar de su miseria, tuvieron que aprestarse, para no
            quedar sacrificados al furor de los indios.
                    109. Aumentóse la confusión, cuando el citado Sr. Inspector abrevió el
            tiempo de evacuar la villa, pues unicamente nos concedió el término de dos
            días: en que, á pesar de las lágrimas que por todas partes se veian, procuraron
            cumplir con la órden, y efectuada, quedó desamparada la villa el 26 de Mayo,
            con universal sentimiento de sus vecinos y demas habitantes, que se refugie-
            ron á su seguridad, en circunstancias de hallarse todos sin una cabalgadura,
            á causa de haberse apoderado los indios (como se ha dicho) de todas las del
            lugar; quedando abandonados los muebles y casas en el estado que las poseian
            sus legítimos dueños, porque la falta de caballerias sugetó á salir á pié hasta
            las mugeres y niños, para abrigarse de la seguridad de la tropa. Salieron de
            aquella villa 136 fusileros, 440 lanceros de á pié, 64 artilleros que servian en
            los fuertes para el manejo de los cañones, 308 hombres de caballeria. 1,346
            honderos reunidos de los pueblos, que se mantenian fieles.
                    110. En este estado mandé clavar los cañones en conformidad de lo
            acordado en la junta, y se echaron en pozos: procuré del modo posible recoger
            las armas y gente para seguir la tropa, y conseguílo en parte, pero sin el órden



                                               268
   264   265   266   267   268   269   270   271   272   273   274