Page 226 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
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Volumen  4
                                                                      Conclusión de la rebelión
            hecho en los Altos de la Paz, y la misma ciudad, introduciéndose del cuartel
            del señor D. Julian Tupacatari, robandose cuanto allí encontraron, y perjudi-
            cando gravemente á los soldados, que por evitar grandes inconvenientes hi-
            cieron su retirada, quedando unicamente á guardar el sitio un pequeño núme-
            ro de naturales, y los mas fieles vasallos de S. M. que antemano habian sitiado
            la ciudad de la Paz, y largando á los corregidores, aduaneros y chapetones
            que allí se habian introducido, por libertarse de semejantes inconvenientes:
            en estos términos, y para que se proceda á la prision y castigo de los referidos
            enemigos, debo nombrar, y nombro por Capitan Mayor y Coronel á D. Ma-
            tias Novera, natural del pueblo de Laja, provincia de Omasuyos, para que en
            la provincia de Pacages, Sicasica y demas lugares donde pueda pasar, recoja
            todos los naturales por medio de sus respectivos capitanes, y sus capitanes me-
            nores que les desde los siete años para arriba, y los ponga en cuerpo de milicia
            podrá nombrar, donde no hubiesen electo; y así puestos en órden todos los
            soldados naturales, se pongan á disposicion del Sr. Juez, comisario D. Julian
            Tupacatari, á recibir sus órdenes para los fines de la presente guerra, y que
            cuanto mas antes se concluya con esta empresa de tanta importancia, que cede
            en beneficio comun de todos los naturales. Y en caso de su menor resistencia
            ó repugnancia, los castigará y degollará. Y mando que todos ellos, como sus
            capitanes menores y demas oficiales, obedescan, respeten y acaten al referido
            D. Matias Novera por tal capitan y coronel, guardándole todas sus franque-
            zas y prerogativas que le son debidas, só pena de graves castigos, que se le
            aplicará á cualquiera contraventor: y por el contrario, prometo á todos mis
            soldados que con empeño practicasen lo mandado, y degollasen y tomasen
            presos á dichos enemigos, premiarlos con la dignidad de marqueses y otros
            empleos de honor, y hacerles participantes de todos los bienes que ganasen de
            los enemigos, junto con lo que ganasen en la ciudad de la Paz y otros lugares
            donde los haya: que poseerán todas las tierras y haciendas que gozaban los
            enemigos y vecinos; y finalmente, quedarán libres perpetuamente de reparti-
            mientos, aduanas, mita de Potosi, y otras pensiones gravosas y perjudiciales
            que cargaban sobre sí, por ser ya esta última voluntad de S. M. el Sr. D. Carlos
            III, que los ha querido eximir, á vista de tantos desórdenes y abusos de que
            está inteligenciado claramente: descubriéndose la verdad que sobre todo se
            hallaba oculta, hasta la ocasion en que se dignó librar su real cédula, cometi-
            da la ejecucion y cumplimiento de su tenor al citado mi Sr. Padre, D. Gabriel
            TupacAmaru, su Marques de Alcalises, quien por haber desempeñado bien su



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