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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
            menester traer a la memoria los que reponen la situacion actual, y recientes
            experiencias que de modo alguno dexan libertad para contradecir la maxima
            significada. En orden a la calidad de estas tropas, a su naturaleza, permanen-
            cia fija, de unos mismos Batallones, pagamentos y demas circunstancias del
            bien meditado complexo que exije forzosamente dicha ereccion como está en
            tan distantes Paises, se abstiene el Cabildo de producir su opinion, ya porque
            supone un conocimiento muy elevado de todo ello en la Superioridad que ha
            de confirmarlo, y ya porque no es del caso entenderse en este asunto.
                    La gran dificultad se sostiene precisamente en el medio o adbitrio que
            sugiere el noble Republicano, dirigido a gravar sobre la marcha y en el dia
            las especies de Maiz, Trigo, Carne, ropa de la tierra, y demas que incluye su
            odioso, y bien temible Catalogo. Ha llamado el Cabildo, «gran dificultad» a la
            expresada, no sin mucha advertencia, porque solo puede hacerla tal la viveza,
            las conexiones, o el partido que parece se suponen, o su incognito Autor, sea
            este el que fuere.
                    Del resto (y explicandose con aquella sinceridad y religiosa franqueza
            peculiar de su profesion y con lo que trae de suyo su heroyco amor al Sobera-
            no) sienta como cosa indubitable que el Peru no contribuye al Rey con aquella
            pequeña parte que le sacrifica al suyo todo vasallo de la tierra para conservar
            el todo, segun lo acuerdan los Derechos. Con la misma naturaleza (Bien que
            se prescinde de la posibilidad o incapacidad del Reyno para llenar tan glorio-
            sas y sagradas obligaciones) sienta asi mismo que acazo no alcanzaran las de-
            biles exacciones a los Peruanos para asegurar la misma tranquilidad, y facilitar
            sus ideas: y que por consiguiente se hace indispensable fatigar la imaginacion,
            y sus haberes, buscando rumbos de arribar al puerto de su propia confianza
            y satisfaccion; y se supone por ultimo que el anonimo Pensador proyecta de
            buena fe sobre los adbitrios apuntacios, por mas que advierta pasar su celo
            hasta las estacadas de nuestra propia ruina y perdicion. Estas pinceladas que
            descubren el animo del Cuerpo que informa, se fundan en las razones siguientes.
                    El temor y fermento de discursos sobre nuevos Ympuestos ha sido el
            motivo o pretexto de una general sublevacion, que no sabemos si son mas en
            el dia las Provincias amotinadas, que las que no han perdido su sosiego en
            este vastisimo Continente. Los papeles sediciosos, los Pasquines, y la misrna
            notoriedad son buenos garantes de lo dicho. No queremos traer a la memoria,
            ni aplicar la vista a los incendios, a las mortandades, a los sacrilegios, a las
            desolaciones, y al restante numero de infortunios que forman la mas completa



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