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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
QUI AUTEM FORTITER PREMIT OBERA AD ELICIENDUM LAC EXPRI-
MIT BUTYRUM: ET QUI VEHEMENTER EMUNGIT, ELICIT SANGUI-
NEM: ET QUI PROVOCAT IRAS, PRODUCIT DISCORDIAS. (Prov. 30.
verso 33).
Es necesario echar la sonda al fondo de los haveres que restan hoya los
miserables Vecinos de los Pueblos fieles, y se vera que no arroja el plomo otras
arenas que perdidas de Hacienda, deudas, atrazos, llantos, lutos y sobresaltos
de Enemigos a quienes noche y dia reciben con las armas en la mano. El unico
Granero del Cuzco que se compone de la Quebrada Urubamba se halla hoy en
mucha parte saqueado, y ocupado del Enemigo: de forma que naturalmente
han subido y subiran cada dia mas los pocos granos que nos dexen los Ga-
nados que restasen, y generalmente los frutos todos de la poca tierra que se
domina. Agregase la falta de Comercios en azucares, ropas y demas generos
del Pais, por hallarse interceptado el Callao, cuya situacion le hace la Ytalia del
Peru, por consiguiente no hay en especie, ni vecino capaz de sufrir la mas leve
carga de las que se meditan. Es preciso confesar que desde el Noviembre del
año pasado, sirven de Plazas fronteras las Ciudades del Cuzco, Arequipa, Paz,
Potosi, y Chuquisaca. Estos Presidios contra los Rebeldes deben por lo menos
seguir la misma conducta que los que tienen las Naciones contra sus Enemi-
gos Exteriores. En estos lejos de contribuir sus Guarniciones, son mantenidas
estas por el Soberano: y a la verdad que no hay viviente en alguna de las Repu-
blicas sobredichas que no esté haciendo de soldado contra el Enemigo interior
mucho mas cruel para el caso de los abastos, que el Arabe, o el Britanico. Ul-
timamente es indubitable que para formar Planes en nuestras Contribuciones,
se necesita la Paz del Reyno, y la fuerza en el que impone. Asi lo executó en
la Nueva España el Exmº Sr. Ministro de Yndias, llevando a este efecto 6,000
hombres de tropa arreglada a un Pais tranquilo, opulento, lleno de Europeos,
y afinado ya con otra cultura que el Peru; sin embargo tuvo que sufrir S. Exa.
las habiles hostilidades que sabemos todos. Como pues sera posible hablar
de esto en esta tierra en el mayor incendio de la guerra, con mas de 200,000
hombres amotinados desde esta Ciudad hasta la Provincia de Chichas, con un
Reyno en esqueleto, con quatro Españoles que apenas pueden matizar la in-
numerable multitud de Enemigos, y con unas tan debiles fuerzas como las de
600 hombres de la Ciudad de los Reyes, que apenas han llegado a estas serra-
nias quando han quedado hechos rugadas victimas de la inclemencia de sus
Cordilleras: Por estas razones sin duda se ha abstenido la exquisita prudencia
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