Page 229 - La Rebelión de Túpac Amaru II - 4
P. 229
Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
La rebelión de Túpac Amaru II
urgentísima la necesidad del socorro que se nos pedia, dispuse estas milicias
con la presteza posible, cuyo número solo llegaba al de 166 hombres armados
con brevedad, y la poca pólvora y balas que pudo conseguirse; y marchando
con direccion á la de Lampa, concurrieron en su pueblo capital con el Gober-
nador de Chucuito.
3. Pero como, aun reunidas nuestras milicias, que llevaban pocas ar-
mas con las cortas que restaban en dicho Lampa, por el destacamento que se
habia hecho de antemano, con la idea de fortalecer el de Ayavirí, no se con-
templasen bastantes para buscar al enemigo, cuyas fuerzas se creyeron incom-
parablemente mayores por las noticias que lo aseguraban, se tuvo por mas
oportuno que marchase yo con mis gentes, en calidad de segundo coman-
dante, á reforzar este último pueblo que se reputaba como frontera. No me
detuve un punto, y después de dos jornadas, recibí una órden que me pasaron
los corregidores de Lampa y Azangaro, y D. Francisco Dávila, primer Coman-
dante nombrado, con notable distancia, para que regresase al instante con mis
tropas, y otros cien hombres mas que conducia á mis órdenes en cuya vista
no tuve deliberacion, sino para retroceder, como con efecto lo practiqué hasta
Lampa, al propio tiempo que á, los oficiales que estaban en Ayavirí se les habia
mandado igualmente se retirasen al mismo pueblo; pero estos que lo eran el
Coronel de milicias de la provincia de Azangaro, y el Teniente Coronel de las
de Lampa, suspendieron la egecución de esta órden, exponiendo las conside-
raciones que tuvieron para no obedecerle. No obstante, habiendo comprendi-
do que era absolutamente necesario que reuniesemos nuestras armas y nues-
tras fuerzas, para resolver de concierto, y con conocimiento de todas ellas, lo
que pareciese mas acertado para detener al enemigo, se les escribió segunda
vez que cumpliesen con lo mandado; cuya órden llegó á sus manos en la mis-
ma sazon que aquel y sus tropas estaban tan inmediatas al dicho Ayavirí, que
no pudo efectuarse la retirada con el órden necesario. De manera que salieron
como les fué posible, cayendo muchos en manos del traidor, á quien se junta-
ron, ó por malicia, ó por la lisonjera seguridad de sus vidas y sus personas, que
tuvo cuidado de prometer, publicando que su ánimo nunca tenia por objeto
el agravio de criollos, sino solo el, exterminio de corregidores y chapetones, y
quitar repartos, alcabalas y mitas de Potosí.
4. En esta misma razon se formó un Consejo de guerra, para deliberar
sobre las resoluciones que convendria abrazar en la situacion en que esta-
bamos; y habiendo expuesto el Coronel y Teniente Coronel de caballeria de
228