Page 719 - La Revelión de Tupac Amaru II - Vol. III
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Nueva Colección Documental de la Independencia del Perú
             La rebelión de Túpac Amaru II
                    Un humilde joven con el palo y la honda, y un pastor rústico, por pro-
            videncia divina, libertaron al infeliz pueblo de Israel del poder de Goliat y
            Faraon: fué la razon porque las lágrimas de estos pobres cautivos dieron tales
            voces de compasion, pidiendo justicia al cielo, que en cortos años salieron de
            su martirio y tormento para la tierra de promision: mas ¡ay! que al fin lograron
            su deseo, aunque con tanto llanto y lágrimas! Mas nosotros, infelices indios,
            con mas suspiros y lágrimas que ellos, en tantos siglos no hemos podido con-
            seguir algun alivio; y aunque la grandeza real y soberanía de nuestro monarca
            se ha dignado librarnos con su real cédula, este alivio y favor se nos ha vuelto
            mayor desasosiego, ruina temporal y espiritual: será la razon porque el Faraon
            que nos persigue, maltrata y hostiliza, no es uno solo, sino muchos, tan ini-
            cuos y de corazones tan depravados, como son los correjidores, sus tenientes,
            cobradores y demas corchetes; hombres por cierto diabólicos y perversos, que
            presumo nacieron del lúgubre caos infernal, y se sustentaron á los pechos de
            harpías mas ingratas, por ser tan impíos, crueles y tiranos, que dar principio
            á sus actos infernales, sería santificar en grado muy supremo á los Nerones
            y Atilas, de quienes la historia refiere sus iniquidades, y de solo oir se estre-
            mecen los cuerpos y lloran los corazones. En estos hay disculpa porque al fin
            fueron infieles; pero los correjidores, siendo bautizados, desdicen del cristia-
            nismo con sus obras, y mas parecen Ateistas, Calvinistas y Luteranos, porque
            son enemigos de Dios y de los hombres, idólatras del oro y la plata: no hallo
            mas razon para tan inicuo proceder, que ser los mas de ellos pobres y de cunas
            muy bajas.

                    Público y notorio es lo que contra ellos han informado al Real Conse-
            jo los SS. Arzobispos, Obispos, Cabildos, Prelados y Relijiones, Curas y otras
            personas constituidas en dignidad y letras, pidiendo remedio á favor de este
            Reyno: causa de ellos, como al presente ha sucedido y está sucediendo, y ha
            sido tan grande nuestro infortunio para que no sean atendidos en los Reales
            Consejos: será la causa porque no han llegado á los reales oidos; porque es
            imposible que tanto llanto, lágrimas y penalidades de sus pobres é infelices
            provincianos de todos estados, dejen de enternecer ese corazon compasivo y
            noble pecho del Rey mi Señor, para alargar su liberal mano y sacarnos de esta
            opresion sin treguas ni socapas, como al presente nos quieren figurar y hacer-
            nos creer en amenazas y destrozos, lo que es muy distante de la real mano.






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